El presidente francés Nicolas Sarkozy (de espalda) y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero (der), saludan a las azafatas liberadas ayer en Chad. (EFE)
Acude el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a Chad por los tres periodistas galos y las cuatro azafatas españolas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, protagonizó ayer un golpe de efecto al viajar por sorpresa a Chad para llevar consigo a los tres periodistas galos y a las cuatro azafatas españolas que se encontraban detenidos por el intento de la ONG Arca de Zoé de sacar del país africano a 103 niños.
El avión presidencial era esperado poco antes de la medianoche, hora local, en el aeródromo militar de Villacoublay, a las afueras de París, después de dejar en Madrid a las cuatro azafatas españolas.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, aseguraron anoche en Madrid que, una vez liberadas las cuatro azafatas españolas y los tres periodistas galos detenidos en Chad, continuarán sus esfuerzos diplomáticos para que el resto de arrestados “vuelvan a casa”.
Rodríguez Zapatero y Sarkozy hicieron estas consideraciones durante una declaración conjunta en el aeropuerto madrileño de Torrejón de Ardóz, donde el presidente español recibió al Airbus A319 del jefe del Ejecutivo galo, que ha trasladado desde Chad a las cuatro azafatas españolas.
Las azafatas han tenido, a través de Sara López -quien habló en nombre de todas- palabras de agradecimiento al Gobierno francés y al español por las gestiones diplomáticas que han realizado para su liberación. “Estamos muy, muy cansadas. Sólo queremos estar con nuestras familias”.
Tatiana Suárez, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Sara López han insistido además en pedir que se agilicen los trámites para la liberación de sus tres compañeros de tripulación, presos aún en Yamena, “para poder verles cuanto antes”.
“Nuestros compañeros son lo más importante en estos momentos”, dijo Sara.
Son los siete primeros liberados de los diecisiete europeos arrestados en Chad hace once días, cuando las autoridades chadianas frustraron el embarque de 103 niños con rumbo a Francia en un avión español fletado por la ONG.
Permanecen en una prisión de Yamena seis cooperantes de la ONG francesa Arca de Zoé, acusados de secuestro de menores y estafa, y tres tripulantes españoles, sobre los que pesan los cargos de complicidad, así como un piloto belga, de 75 años, que había transportado a los pequeños hasta Abéché (este de Chad) desde la región fronteriza con la conflictiva provincia sudanesa de Dafur.
La liberación de los siete europeos, que es condicional, se produjo minutos antes de que el avión de Sarkozy tomara tierra en el aeropuerto de Yamena, a donde viajó por sorpresa.
El magistrado que se ocupa del caso comprobó que los periodistas se encontraban en Chad en misión profesional.
En cuanto a las azafatas, el presidente chadiano, Idriss Deby, aseguró que si han sido liberadas es porque los jueces han visto una diferencia entre su papel y el del resto de los detenidos.
Arremeten contra ONG francesa
El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, acusó ayer a la ONG Arca de Zoé de “pervertir” la acción humanitaria al intentar llevarse a niños del Chad a Francia y dijo que en las misiones humanitarias hay que “respetar” las reglas.
En una entrevista por la emisora “Europe 1”, Kouchner dijo que la operación lanzada por la ONG en Chad es una historia “siniestra” y acusó a la asociación de “pervertir” la acción humanitaria.
Ex cofundador de Médicos Sin Fronteras y Médicos del Mundo y defensor del derecho de injerencia humanitaria, el ministro afirmó que en las operaciones humanitarias hay que respetar ciertas reglas, como “el respeto del otro” y “la escucha de las poblaciones”.
“Cuando un delito es cometido en el territorio de un país soberano, no le toca intervenir a la justicia francesa. Ésta puede participar” y “luego, de la forma más legal posible” ocuparse también del tema si el país interesado lo permite, argumentó, al rechazar “todo regreso al colonialismo”.