El presunto responsable del accidente el jueves en el puente “Piedra Encimada” quedó en libertad, al pagar una fianza de 300 mil pesos.
CANATLÁN, DGO.- Con dinero todo se arregla, al parecer la justicia no es tan ciega, afirman los familiares de las personas que fueron envestidas y aplastadas por la caja de un tráiler el jueves pasado, cuando arreglaban los parapetos del puente “Piedra Encimada”, a las 16:00 horas, tras enterarse que el presunto responsable recobró su libertad con 300 mil pesos de fianza.
En menos de 24 horas Víctor Ramírez Gómez, de 22 años, presunto responsable del accidente, dejó la prisión de Canatlán, luego de pagar fianza. Mientras en una clínica particular uno de los lesionados –Antonio Villarreal- se debate entre la vida y la muerte.
Indignado por los hechos, Rafael Villarreal, hermano de Antonio, el más afectado en el accidente, exige a las autoridades justicia, pues tiene información de parte del agente del Ministerio Público que la póliza del seguro de la empresa OLA, SA de CV, propietaria del tráiler, solamente cubrirá 100 mil pesos de gastos médicos, no más.
En estos casos no debe haber limitantes. Como presunta responsable la empresa tiene la obligación de cubrir los gastos necesarios, la familia de Antonio carece de recursos para pagar su rehabilitación, señala un grupo de amigos en el Sanatorio La Paz.
Incluso los familiares de Antonio temen a que de salir con vida quede inválido, pues sufrió posible fractura de columna vertebral y hasta el momento sus movimientos de piernas son nulos.
Temen que el representante de la aseguradora de la empresa OLA haya realizado arreglos debajo de la mesa con el agente del Ministerio Público y demás autoridades para liberarse de su responsabilidad.
Por tal motivo los familiares de Antonio contrataron los servicios de un abogado para defender en todo lo posible sus derechos y no dejar impune la responsabilidad del conductor del tráiler, pues quedó en claro que no respetó los señalamientos donde estaba laborando en el puente ya citado con sus compañeros Jorge Alvarado, Ignacio Martínez, Nicolás Alvarado, los cuales quedaron fuera de peligro.
Desde el día del accidente los vecinos y familiares del poblado Arnulfo R. Gómez trataron de agredir a Víctor Ramírez Gómez porque lejos de disminuir la velocidad del tráiler, aceleró más, arrastrando los conos o señalamientos y a los cuatro trabajadores que reparaban el puente.
Incluso los testigos señalan que posiblemente el chofer iba drogado, pues nuca se inmutó ante los daños causado. Por lo cual, el abogado de los lesionados pide la revisión de la póliza, el peritaje y examen de Víctor Ramírez, entre otros datos para proceder legalmente, y evitar quede impune este caso.