El Gobierno de Estados Unidos hizo un llamado a los migrantes que están pensando atravesar ilegalmente hacia su territorio a desistir de esa decisión y tener paciencia en esperar los beneficios de la reforma migratoria por medio de la posible ampliación del programa de trabajadores temporales legales, pues de lo contrario no podrán obtener “nunca” una visa de trabajo para ese país.
“Si deciden cruzar ahora, es muy posible que echen a perder la posibilidad de beneficiarse del nuevo programa por el resto de su vida”, advirtió Verónica Valdés portavoz del Departamento de Seguridad Interna (DHS), quien recordó que sólo las personas que hayan ingresado a Estados Unidos antes del primero de enero de 2007, podrán iniciar el trámite de regularización migratoria.
La portavoz advirtió que las personas que hayan entrado después de esta fecha e intenten beneficiarse de la Ley, pero después se compruebe su estatus real, no podrán solicitar visa de trabajo para Estados Unidos “nunca en su vida”.
En declaraciones difundidas por la Embajada de Estados Unidos en México explicó que si se aprueba esta Ley, los solicitantes de la nueva visa tendrán que demostrar que entraron antes del fin del año 2006.
“Como todos saben, detenemos a un número muy importante de las personas que tratan de entrar ilegalmente a Estados Unidos, y siempre les tomamos las huellas digitales a estos detenidos. Si la fecha de esas huellas es después del primero de enero pasado, esa persona ya no podrá solicitar visa para trabajar en Estados Unidos nunca en su vida”.
El acuerdo para una eventual reforma migratoria fue visto con escepticismo en la prensa estadounidense ante la insatisfacción de actores en ambos lados del debate legislativo y los prospectos de su aprobación por el Congreso.
Diarios como The Washington Post advirtieron ayer sobre el riesgo de que una eventual reforma pueda resultar en nuevos problemas en este ámbito, algo que consideró, representaría un revés a los propósitos que impulsaron la búsqueda de una nueva Ley.
“El más preocupante aspecto de la propuesta es el trato del futuro flujo anual de entre 400 y 600 mil trabajadores de bajas habilidades necesarios para satisfacer las demandas laborales”, indicó el rotativo en su principal editorial.
Bajo el acuerdo anunciado el jueves, la Ley crearía un programa de trabajadores temporales que permitiría el ingreso de éstos por dos años, esperarían un año antes de volver por otros dos años y así sucesivamente hasta completar un periodo de seis años.
Para el rotativo éste sería un “un sistema que invita a violar las reglas por trabajadores y empleadores y presenta el espectro de una clase futura de inmigrantes ilegales y eso es precisamente el problema que esta Ley estaba destinado a resolver”.
Los Ángeles Times apuntó por su parte que las críticas y las dudas emergidas tanto en demócratas como en republicanos “sugieren que esta última puja para el cambio, aunque significa un potencial avance, podría terminar otra vez en un estancamiento”.
En un análisis publicado en su primera plana el diario comentó que “por lo menos, las críticas muestran que los promotores tendrán que torcer muchos brazos en ambos lados”, aludiendo a las tácticas de presión para sumar los votos necesario para su aprobación.
El año pasado, el Senado y la Cámara de Representantes aprobaron iniciativas diferentes que languidecieron y quedaron sólo en el papel después que ambos lados fallaron en reconciliar ambas versiones.
El congresista Rahm Emanuel, presidente del bloque demócrata en la Cámara dijo al diario The New York Times que “a menos que la Casa Blanca produzca 60 o 70 votos republicanos en la Cámara de Representantes, será muy difícil aprobar una Ley similar a la del Senado”.
Por ello The New York Times consideró que los prospectos del acuerdo “son precarios”.
El periódico indicó que desde el mismo jueves, “los demócratas están ya tratando de aplacar los temores de grupos hispanos que temen que la Ley hará más difícil para inmigrantes traer familiares”.
El diario señaló la cautela mostrada por Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, quien dijo “tener serias preocupaciones sobre algunos aspectos de esta propuesta, incluyendo la estructura de su programa de trabajadores temporales”.
Otros como el congresista demócrata por Chicago, Luis Gutiérrez coautor de la propuesta de reforma migratoria en la Cámara Baja, se mostró insatisfecho por la iniciativa del Senado para modificar el sistema que hasta ahora permite la reunificación familiar.
“Necesitamos encontrar un sistema que valore y honre el trabajo de todos. El jardinero es tan importante como el científico en computadoras”, subrayó.
El comentario de Gutiérrez fue en alusión a la propuesta que valoraría el nivel educativo y habilidades de los inmigrantes que quieren reunirse con sus familias en Estados Unidos.
El diario USA Today consideró por su parte que la propuesta “ampliará enormemente las oportunidades para extranjeros para trabajar aquí temporalmente”.
El The Washigton Times consignó que el acuerdo “creó poco entusiasmo para los negociadores”.
Se aliviaría escasez de campesinos
La escasez de trabajadores agrícolas que ha dejado toneladas de frutas y vegetales sin plantar o cosechar sería aliviada con el acuerdo migratorio propuesto.
El acuerdo del jueves incluye un programa piloto para legalizar trabajadores indocumentados, dijo la senadora Dianne Feinstein, demócrata de California.
El objetivo, dijo, es “ver que tenemos una mano de obra importante para la agricultura, el sector de la economía en Estados Unidos que casi depende únicamente de la mano de obra indocumentada”. “Creo que hemos logrado eso con esta propuesta”, dijo Feinstein en una conferencia de prensa.
Los trabajadores del campo dicen que conforme se han aplicado más estrictamente las leyes migratorias en años recientes, la escasez de trabajadores han variado de diez por ciento a 30 por ciento en toda la industria de verduras y vegetales y también ha afectado negativamente a las lecherías y viveros.
En algunos casos, peras, fresas y otros productos no se cosecharon por falta de trabajadores. En otras, los productores optaron por no sembrar o han reducido la siembra de las cosechas más duras de trabajar, como la de espárragos. Las pérdidas económicas han sido calculadas en millones de dólares.
“Estamos viendo el deterioro de la fuerza laboral y la incapacidad de la gente para sobrevivir. Estamos viendo el declive de los campos y los pequeños negocios”, dijo Craig Regelbrugge, copresidente de la Coaolición Agrícola para una Reforma Migratoria. (AP)