George W. Bush, presidente de EU. (Archivo)
La popularidad del presidente George W. Bush llegó a los niveles más bajos de toda su Presidencia, de acuerdo a una nueva encuesta publicada ayer por la revista Newsweek, cuya razón principal es la guerra en Irak.
Apenas un 26 por ciento de los estadounidenses, es decir uno de cada cuatro, aprueba ahora el desempeño de Bush, contra un 65 por ciento que ha expreso insatisfacción.
De acuerdo con la revista, el nuevo nivel de popularidad de Bush lo coloca por abajo de la impopularidad que registró en su momento el presidente Jimmy Carter y sólo Richard M. Nixon se mantiene con el número más bajo, producto del escándalo Watergate.
Aunque la nueva cifra se coloca dos puntos por abajo de una encuesta similar realizada en mayo, Newsweek considera que el cambio no es significativo dado el margen de error de cuatro por ciento que presenta este sondeo.
Aunque algunos de sus correligionarios han sugerido que la baja popularidad de Bush está asociada en mucho con su posición de apoyo a la reforma migratoria, el sondeo dejó en claro que es la guerra en Irak la razón principal de este retroceso.
Un nivel de récord de 73 por ciento de los estadounidenses desaprueba la manera como el mandatario está conduciendo la guerra, cuyas bajas por el lado de Estados Unidos continúan creciendo a pesar del reciente refuerzo de tropas.
Apenas un 23 por ciento apoya la marcha del conflicto, cinco puntos abajo del nivel de respaldo que se registró en marzo.
Empero Irak no es el único ámbito donde el mandatario ha recibido bajas calificaciones.
Un 60 por ciento rechaza la conducción de la economía contra 34 a favor, en tanto que otro 63 por ciento desestima el manejo de la política migratoria contra un 23 por ciento que la apoya.
Otro 50 por ciento desaprueba el manejo de la guerra contra el terrorismo, -la carta fuerte de los republicanos- contra 43 por que lo aprueban.
Quizá el único consuelo para el mandatario es saber que el malestar sobre la conducción del país se extiende también hacia el Congreso, cuyo nivel de aprobación es apenas 25 por ciento, contra un 63 por ciento de los estadounidenses que lo rechaza.
El sondeo fue conducido entre el 18 y 19 de junio en un universo de mil personas adultos seleccionadas el azar.
