Alberto Vázquez. (Fotografía de Érick Sotomayor)
El cantante Alberto Vázquez repasa lo que le ha dejado vivir en Torreón durante cuatro décadas.
¿Qué lo hizo venir a Torreón?
Una mujer, (su esposa María del Rosario Hoyos de Vázquez) en 1962.
¿Cómo nota que ha cambiado Torreón desde que llegó?
Lo hemos visto todos, no nada más yo. Ha crecido mucho, es otro Torreón.
¿Qué le ha dado Torreón?
Me ha dado muchas cosas; tranquilidad, felicidad, todo... realmente lo que no se tiene en la capital.
¿Qué le ha dado usted a Torreón?
No sé si le haya dado algo, pero creo que he echado raíces, muchas amistades, he dejado cariño.
¿Qué sabía de Torreón antes de venir a vivir aquí?
No mucho, sabía que era un lugar que estaba en el norte. Yo también soy norteño, y siempre pensé que la gente de acá nos identificamos todos. De entrada pensé que me iba a ir bien y no me equivoqué.
¿Le gustaría que sus hijos se quedaran aquí?
No nada más que se hayan quedado aquí, sino que nacieron aquí.
¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad?
Su gente, sus calles, los cafés, todo.
¿Lo que menos le gusta?
Es meterme en camisa de once varas.
¿Lugar favorito?
El rancho Santa Julia.
¿Cuál considera que es el lugar simbólico o más característico de la ciudad?
Hay muchos, te puedo decir de sus calles, grandes clásicos... cuando yo vine era la Morelos, era un cotorreo; después la botana, que era ahí en La Alameda. Hay muchas cosas, la gente ya no las conoce porque desaparecieron.
¿Qué extraña más de Torreón cuando está fuera de la ciudad?
Tranquilidad, la comodidad con la que se vive aquí.
¿Cómo imagina Torreón en el año 2107?
Es difícil, sería hacerle un poquito al Julio Verne. Creo que hermosa, ha crecido pero han hecho muchos adelantos.
Perfil
En realidad no nació ni creció en Torreón, pero terminó echando raíces que no lo han movido en las últimas cuatro décadas. Alberto Vázquez es oriundo del estado de Sonora y pasó su juventud en la capital del país. Pero dice que el amor a su mujer, María del Rosario, lo atrajo hasta estas tierras, y aquí se quedó. La señora falleció el 15 de julio de 2003.
Célebre su voz gruesa y su imagen con el eterno cigarrillo en la mano, a sus 67 años, Alberto Vázquez presume una trayectoria musical que cuenta éxitos como Olvídalo, El Pecador, 16 Toneladas, El Secreto, Tú Significas todo Para Mí y La Felicidad Llegó.
También créditos en el cine como A Ritmo de Twist, Luna de Miel para Nueve y La Edad de la Violencia.
Nacido en Guaymas, Sonora, en 1940, llegó con su familia a la Ciudad de México a los seis años de edad. Estudió pintura en la Academia de San Carlos, pero desde sus primeros años siempre le gustó cantar y frecuentemente participaba en festivales escolares y fiestas familiares.
A los 14 años de edad canta por primera vez en el cine Alameda y a los 17 empezó su carrera de cantante en los mejores cabarets de aquellos tiempos. Le fue ofrecido un contrato de siete años en Las Vegas pero decidió regresar a México sin aceptar la oferta.
A los 20 años Guillermo Acosta, director Artístico de Discos Musart, lo escuchó cantar y le grabó su primer disco de baladas, lanzando una carrera sin la cual no se concibe el mundo del espectáculo en el México de los sesentas y en la que, junto con César Costa, Angélica María y Enrique Guzmán, dieron a la juventud del país nuevos ritmos musicales.