Llenan el teatro con música
Las producciones teatrales se destacan por su calidad en los últimos diez años
MÉXICO, DF.- Diez años son tres mil 650 días. Convertido a musicales de OCESA, son cuatro mil 738 funciones. Si se habla de actores, son poco más de 30 protagonistas. En dinero, suman alrededor de 50 millones de dólares en inversión.
Pero la expresión en el rostro de Juan Navarro cuando descubre a Irasema Terrazas, no tiene precio ni explicación matemática: son el Fantasma de la Ópera y su adorada Christine. No se habían visto desde hace un lustro. “¡Güera de mi vida!”, grita Navarro. Hay tanto qué contar. Irasema, por ejemplo, platica que apenas hace un mes estuvo en Perú, justo cuando sucedió el terremoto que devastó varias regiones del país.
“Los cuatro huéspedes del piso 15 nos agarramos de la mano y comenzamos a rezar.”
Por allá se ve a Sergio Saldívar, que casi brinca de alegría por reencontrarse con Lidia Ávila. Ellos fueron Selena y el narrador hace casi dos años.
“Ya sé -dice Saldívar- que estás en Televisa, con telenovela y toda la cosa”. Ávila responde con una sonrisa de satisfacción.
Poco a poco, el teatro 1 del Centro Cultural Telmex se llena con la historia de 17 actores que han protagonizado musicales durante la última década en OCESA. Carlos Rivera se acerca a María Filippini, con el entusiasmo de un fan. Estuvieron juntos en Bésame Mucho y ahora Carlos apenas puede contener su nerviosismo: “Te voy a ir a ver a El Diluvio que Viene”, le dice a Filipini, quien en efecto próximamente hará a Consuelo en dicho musical.
Plutarco Haza y Héctor Sandarti se saludan cordiales, mientras Natalia Sosa va de un lado a otro para saludar lo mismo a Eugenio Montessoro que a las hermanas Laura y Lola Cortés y a José Luis Rodríguez.
Si bien estos diez años de historia no se pueden contar con dinero, sí se pueden platicar con recuerdos.
Montessoro se acuerda de una función de El Hombre de La Mancha en la que hizo a Don Quijote. Sancho era Carlos Cobo y en una escena entra veloz para entregar una carta a Aldonza. Aquel día entró Sancho y dijo: “Mi señora, aquí le traigo una misiva”. Pero no hubo tal. Habían olvidado ponerle la carta en el vestuario. Sancho replicó con ingenio: “Bueno, no traigo misiva pero le voy a dar el recado”.
Irasema Terrazas también tiene un recuerdo igual de divertido, pero que sólo puede contar a medias, por cuestiones de decencia. Durante alguna función en El Fantasma de la Ópera se entregó con tanta energía a los ademanes de su personaje, que de pronto se descubrió en el escenario “sin ciertas prendas básicas”.
“No digamos cuáles, pero tuve que esforzarme para no quedar al descubierto”.
Y en este mismo teatro, Laura Cortés acompañó una petición de matrimonio. “En Rent yo interpretaba el tema principal y un día Erick Rubín aprovechó el final de la función para pedirle matrimonio a Andrea Legarreta, mientras yo cantaba el tema”.
De modo que las historias no sólo han sucedido en escena, sino que han tocado la vida de sus protagonistas. Plutarco Haza tiene claro el recuerdo de su mejor función. Fue un día en que atravesaba por un fuerte problema personal, similar al de su personaje en Bésame Mucho, donde interpreta a un hombre que sufre un desengaño amoroso.
“Estaba muy dolido; salí a escena hecho pedazos, pero decidí utilizar esa emoción para el personaje”. Hacia el intermedio, cuando interpretó “Nosotros”, sintió que con la nota más alta sacaba sus problemas personales.
Así que estos diez años no son números ni dinero, sino un pedazo de la vida de estas 17 personas.