Pedro Rivera estuvo de visita en Torreón. (Fotografía de Érick Sotomayor)
TORREÓN, COAH.- Pedro es la luz de la familia Rivera; es quien le dio consuelo a su hermano Lupillo cuando pasó lo de su divorcio, también trató de tranquilizar a su hermana Jenny luego de que vivió el infierno de haber sido abusada sexualmente por su ex marido Trinidad Marín, quien también se aprovechó de una de las hijas que procreó con ella.
Y es que el mayor de la dinastía Rivera es pastor desde hace tres años y desde hace 18 comenzó en lo que él llama, “los caminos del Señor”. Ya logró que su madre y su hermana Rosy asistieran a la iglesia, incluso cantan en el coro; el resto de la familia ha aceptado a Cristo en su corazón, pero de momento no lo están sirviendo.
“...Creo que para ellos (Lupillo y Jenny) lo más difícil en este momento es dejar el dinero que están ganando, porque ganan buena plata por ir a cantar una noche o un fin de semana...”.
Pedro Rivera estuvo este jueves y viernes en La Comarca, vino a presentar el canal de televisión Almavisión, del cual él es uno de los 12 fundadores y en donde además, se desempeña como conductor del programa musical Voces de Unción los lunes, miércoles, viernes y domingos.
-¿Has invitado a tus hermanos a que canten en el canal?
-Jenny sí ha salido, cantó un tema que se llama Déjame Vivir Mamá, habla sobre el aborto, mucha gente respondió muy bien porque mi hermana Jenny iba a ser abortada pero por alguna razón no sucedió. Ella ya está yendo a la iglesia los jueves y los domingos, yo le digo “sí puedes enderezar tu vida con el Señor, nadie te está pidiendo que dejes de cantar lo que tú haces pues ahí donde estás puedes ser gran bendición para la gente que te admira, que te ama... es sólo enderezar la vida con Dios”.
-Seguramente has sido pieza elemental en todos los sufrimientos de la familia, ¿cómo has intervenido?
-Yo lo que tengo qué hacer es ser ministro, pastor y hermano de ellos, pero con amor. Hay muchas veces que tengo qué ir nada más a llorar y abrazarlos, y pasar esos tiempos tristes. Con Jenny pasó lo del abuso de las niñas y de ella, ahí tuve qué tomar mucho control... ellos querían ir a agarrar a golpes (al ex marido), actuar físicamente y les dije ‘va a haber justicia, hay que esperar’. Les dije ‘hay otras maneras de hacerlo, no hay qué mancharnos las manos, porque uno con un enojo puede matar a alguien’.
Pedro sabe que su hermano Lupillo siempre ha sido criticado y hasta acusado de ser alcohólico, dice estar de acuerdo en que al “toro de la banda” sí le gusta tomar, pero también se echa sus tragos porque sabe que eso le gusta a la gente. “Hay veces que no se emborracha, nada más actúa; yo he ido a algunos shows, lo miro a tome y tome y ya cuando se termina el concierto voy al camerino y lo veo normal, sano. Él no le hace a la droga, sólo al licor, y cuando lo he mirado bien borracho le digo ‘cálmate, porque ha habido artistas famosos que han muerto por lo mismo. Pero yo no los puedo forzar a (que hagan) algo, sólo los puedo aconsejar.
Al igual que sus hermanos, Pedro también lleva la vena de artista, sólo que él usa la música para alabar a Dios y llegarle a más gente. Hasta el momento ha grabado cinco discos, los tres últimos con banda pues el público así identifica a toda su familia.
-¿Invitarás a Lupillo y Jenny a que participen en tus discos?
-Estoy pensando en eso porque hay unas canciones que quedarían preciosas. En el último CD la gente me pregunta que si ellos cantan porque los puse a todos en la contraportada, pero los puse ahí para que la gente cristiana que los conoce ore por ellos, para que los bendiga Dios y ya los traiga al camino del Señor. Sé que va a suceder, un día vamos a estar toda la dinastía Rivera cantándole a Dios.