El intenso calor que se deja sentir en La Laguna desde los meses de abril y mayo, provoca en los habitantes de Torreón el anhelo de la llegada de la temporada de lluvias; pero al momento que caen los primeros chubascos, el estado en el que quedan las calles motiva a los torreonenses a anhelar lo contrario. La razón de este problema es muy sencilla: la ciudad no está preparada para la lluvia.
Cada vez que nos cae el agua del cielo, colonias e importantes vialidades quedan anegadas durante horas e incluso días, por la ausencia de un verdadero drenaje pluvial.
Pobladores de Fuentes del Sur, La Fuente, Santiago Ramírez, Braulio Fernández, sólo por citar los casos más críticos, año con año deben enfrentarse a las inundaciones provocadas por las lluvias de esta época y ver cómo parte de su patrimonio resulta seriamente dañado. Además, vialidades como el bulevar Independencia y el Diagonal Las Fuentes se convierten prácticamente en arroyos y la circulación por ellos se torna sumamente complicada, con el riesgo de que los vehículos se queden varados en medio de la abundante agua.
Pero los problemas no terminan cuando deja de llover. El estancamiento del agua ocasiona que el pavimento de mala calidad de las calles se desmorone, con lo que se forman hoyancos que en algunos casos representan un grave riesgo para la seguridad de peatones y conductores. También, el líquido acumulado en las colonias deriva en problemas de salud, ya que la falta de un drenaje independiente al sanitario ocasiona que las aguas negras broten de las alcantarillas.
Frente a esta lamentable situación, los torreonenses ya no saben si es peor tener que aguantar las altas temperaturas primaverales y veraniegas o soportar la gran cantidad de estragos que ocasionan las precipitaciones pluviales, todo por vivir en una ciudad que simplemente no está preparada para ellas. Mientras tanto, las autoridades, Administración tras Administración, le siguen apostando a que las molestias de los pocos días de lluvia de la región, se olviden pronto y nada hacen para resolver este añejo problema.