Tyrone Brown, sentenciado en Texas a cadena perpetua por haber fumado un cigarro de marihuana cuando se encontraba en libertad condicional, fue liberado después de haber pasado 17 años en prisión.
Brown, un afroamericano de 33 años, fue liberado en Huntsville, Texas, tras haber obtenido la semana pasada el perdón condicional del gobernador Rick Perry.
"Nunca creí que este día iba a llegar", dijo Brown al salir de la prisión y ser recibido por decenas de familiares, amigos y periodistas, varios de ellos enviados desde distintos puntos del país.
En 1990, Brown era un adolescente pobre de 17 años de edad sin ningún registro delictivo, cuando el juez estatal Keith Dean lo sentenció primero a libertad condicional, por haber participado en un robo armado en el que nadie resultó lesionado.
Sin embargo, poco después durante una revisión para verificar si cumplía con las reglas de su libertad condicional -que entre otras cosas prohíben el consumo de drogas - Brown dio positivo a marihuana.
El juez Dean revocó entonces la libertad condicional y le impuso una sentencia de cadena perpetua.
El castigo despertó la atención nacional el año pasado, cuando el periódico The Dallas Morning News, lo comparó con el que le fue impuesto por el mismo juez a un hombre anglosajón, que fue sentenciado a libertad condicional por homicidio.
En este caso, el infractor que cometió violaciones a su libertad condicional al dar positivo de cocaína e incurrir en otras transgresiones, fue sancionado, pero sin ingresar a la cárcel.
La indignación ciudadana por la diferencia de trato, motivó que organizara una campaña en Internet para liberar a Brown.
Autoridades del condado de Dallas y de la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas, recomendaron liberarlo.
El gobernador Perry otorgó el perdón, pero condicionó a Brown a reportarse en forma frecuente con un supervisor de libertades condicionales y a obtener asesoría para su reincorporación a la sociedad.
