Jorge Zermeño (der.), en calidad de presidente de la Cámara de Diputados, recibe del ex primer mandatario, Vicente Fox (izq.), la banda presidencial para entregársela a Felipe Calderón (cen.), actual titular del Ejecutivo Federal, en la polémica ceremonia de cambio de poderes del primero de diciembre de 2006. (Archivo)
Jorge Zermeño, lagunero adoptado, hizo historia como el primer alcalde de Torreón de oposición y arrancó aquí una carrera política.
¿Qué lo hizo venir a Torreón?
En el año del 74 yo trabajaba en una empresa en la Ciudad de México y me ofrecieron la distribución de productos automotrices, en ese entonces era gerente de ventas de esta compañía, y así llegué a Torreón.
¿Cómo nota que ha cambiado Torreón desde que llegó?
Ha cambiado mucho, es una población muy dinámica, el espíritu de los laguneros es de trabajo, de progreso. En los 33 años que tengo de vivir en Torreón ha habido cambios favorables en todos los aspectos, no sólo de Torreón sino de toda la Comarca Lagunera.
¿Qué le ha dado Torreón?
Muchas cosas. Primero, unos hijos que nacieron laguneros, que ahí han crecido; muchos amigos, creo que lo mejor que tiene la Comarca Lagunera es su gente; me ha dado hospitalidad, el honor de ser presidente municipal de una ciudad a la que quiero tanto, me ha dado la oportunidad de servir a los torreonenses y llevar a cabo muchas obras que están ahí como parte de lo que es esta gran ciudad.
Me ha dado mucho, yo me siento orgullosamente lagunero, torreonense a pesar de no haber nacido ahí, pero vivo los valores que forman parte del ser y del quehacer de los laguneros.
¿Qué le ha dado usted a Torreón?
Yo quisiera darle mucho más a mi ciudad. Tuve el honor de servirla como presidente municipal, entregar mis conocimientos y mi experiencia, pero sobre todo mi amor, mi cariño por su gente, hacerlo con todo el desinterés de quien quiere el progreso de quienes vivimos en la Comarca Lagunera, y buscar entre todos juntos hacer posible el esfuerzo.
¿Le gustaría que sus hijos se quedaran aquí?
Por supuesto, yo creo que ellos son orgullosamente laguneros y donde quiera que estén siempre sus raíces laguneras los harán también seguir luchando por el bien de la ciudad que los vio nacer.
¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad?
Su gente, creo que es lo más valioso que tiene Torreón. Por supuesto, el trazo modernista que desde los orígenes la ciudad tiene, sus avenidas anchas, su modernidad.
Desde luego que hay lugares que son muy típicos de lo nuestro, ojalá que se haga un esfuerzo por rescatar todo lo que fue el primer cuadro, las raíces de quienes le dieron grandeza a una ciudad como Torreón.
¿Lo que menos le gusta?
Me gustaría un primer cuadro de la ciudad más limpio, que algún día pudiéramos hacer de la avenida Morelos una calle peatonal, que volviera a tener la importancia que durante muchos años tuvo la Plaza de Armas, poder hacer del mercado Alianza un espacio más limpio, más digno, más moderno, acorde con una ciudad que ha venido creciendo de manera importante hacia el oriente.
¿Cuál es su lugar favorito?
Me gusta por supuesto el Parque Fundadores, que para mí es un orgullo haberlo creado en una zona deprimida y ahora creo que es un parque de primera, un sitio muy bello que disfrutan miles y miles de familias. Me gusta el bosque Venustiano Carranza, la Alameda, estar echándole porras al Santos en el Estadio Corona, convivir con la gente en la Plaza de Toros, en el Estadio Revolución.
Me gusta Raymundo, me gusta ir a Lerdo a tomar nieve, disfruto todos estos lugares que son parte de nuestro quehacer, me gustaría que pudiéramos crear algún espacio de recreación aprovechando el río Nazas, que forma parte de la historia de la Comarca Lagunera.
¿Cuál considera que es el lugar simbólico o más característico de la ciudad?
La avenida Morelos. Me da tristeza verla tan deteriorada, pero es una vialidad típica de Torreón, la calzada Colón también es muy importante, representan mucho lo que somos. Por supuesto, el Cristo de las Noas, si en algo se ha hecho un esfuerzo relevante en los últimos años es en darle una identidad a La Laguna en este sentido.
¿Qué extraña más de Torreón cuando está fuera de la ciudad?
A su gente, a mis amigos, a mi familia. Ahora como embajador de México en España ves más lo que dejas, lo que tienes, acá se vive de otra manera.
¿Cómo imagina a Torreón en el año 2107?
Como una ciudad que seguirá manteniendo un progreso importante, con un crecimiento ordenado, quisiera verla como una ciudad donde las oportunidades de trabajo fueran cada vez mejores, con buenas universidades y escuelas, y con un urbanismo de primera categoría donde se pueda contar con el mejor transporte público urbano para todos y se pueda cuidar la calidad de vida; con mejores espacios de recreación, de deporte, de cultura para todos.
Perfil
Capitalino, pero lagunero adoptado, Jorge Zermeño se convirtió en una presencia fija en la política local desde hace 20 años como militante del PAN.
Llegó a Torreón en 1974, con 25 años de edad, representando a una empresa de productos automotrices y cursó aquí la carrera de Derecho.
Aquí mantuvo la militancia panista que había comenzado en la capital y en 1991 llegó a la Cámara de Diputados. En 1997 se convirtió en el primer alcalde no priista en la historia moderna de la ciudad y arrancó una carrera política que lo ha llevado a ser senador en el 2000, candidato a gobernador en 2005, diputado federal otra vez en 2006.
En 2006 se convirtió en una figura familiar como presidente de la Cámara de Diputados en el año más turbulento de la historia reciente en el Congreso. Tuvo que dirigir las sesiones del primero de septiembre en las que el entonces presidente Vicente Fox no pudo llegar a la tribuna a dar su último Informe, y la del primero de diciembre en la que Felipe Calderón rindió protesta como presidente de la República luego de tres días de enfrentamiento entre diputados del PAN y PRD.
En junio pasado dejó el Congreso para convertirse en embajador de México en España, el primer torreonense en ostentar ese rango diplomático.
