La mayoría de los ciudadanos londinenses culpa al islamismo de los atentados contra la red de transportes de Londres del 7 de julio de 2005, según los resultados de una encuesta divulgada hoy.
El sondeo, elaborado por la firma YouGov para el diario vespertino "Evening Standard", revela que un 35 por ciento de los residentes en la capital británica considera que el Islam es culpable "en gran manera" de lo sucedido el 7-J y un 37 por ciento piensa que esta religión es responsable "en cierta medida".
Los ataques del 7-J se cobraron la vida de 56 personas -incluidos los cuatros terroristas suicidas- y causaron 700 heridos.
Por otro lado, casi un tercio de las 701 personas entrevistadas se muestra a favor de "vetar a los grupos políticos con agendas fundamentalistas islámicas, sin tener en cuenta si éstos tienen algún vínculo directo con actividades terroristas".
Con este sondeo se tanteó a los ciudadanos de la capital británica sobre cuál era su actitud acerca de unos 20 aspectos relacionados con esa religión, entre los que se abordó el asunto del velo, la cuestión de la fe en los colegios y las contribuciones hechas por los musulmanes a la comunidad de Londres en general.
Un 84 por ciento de los encuestados opina que no debería permitirse a los alumnos llevar el velo islámico durante las horas lectivas.
Un 20 por ciento señala que la fe en los colegios de cualquier religión "debería ser promovida y extendida", mientras que uno de cada tres sondeados apunta que las religiones en las escuelas tendrían que "ser abolidas".
Para un 10 por ciento, debería reducirse el número escuelas religiosas.
Además, la mitad de los participantes considera al islamismo una "fe generalmente intolerante" y más de la mitad cree que la comunidad musulmana está "aislada" del resto del mundo.
Por otro lado, un 78 por ciento admite que los musulmanes que viven en Londres sufren al menos cierto grado de "discriminación" a causa de su fe y un 71 por ciento muestra su disposición a votar por una candidato musulmán, si éste fuera adecuado, como alcalde de la capital.
