El Gobierno británico anunció hoy la expulsión de cuatro diplomáticos rusos en respuesta a la negativa de Moscú a extraditar a Andrei Lugovói, sospechoso del asesinato de Alexander Litvinenko.
Reino Unido declaró que expulsará cuatro diplomáticos de la embajada rusa en esta capital en respuesta a la negativa de Rusia a extraditar a Andrei Lugovoi, principal sospechoso de la muerte del ex espía Alexander Litvinenko.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, informó que su gobierno también suspenderá las negociaciones con Rusia sobre el otorgamiento de visas y reevaluará otras áreas de cooperación.
"Esta es la respuesta apropiada a la decisión de Rusia. Es una situación que el gobierno no ha buscado y no recibe con agrado. Pero no tenemos otra opción", dijo Miliband en un discurso ante el Parlamento.
Se trata de la primera vez en más de una década que Londres decide expulsar a diplomáticos rusos, desde que el gobierno de John Major tomó en 1996 esa medida en represalia por la expulsión también de cuatro miembros de la representación británica en Moscú.
El Kremlin acusó entonces a la embajada británica en la capital rusa de convertirse en un nido de espías.
Reino Unido solicitó el pasado 28 de mayo a Rusia la extradición de Lugovoi, un empresario ruso y ex agente del Servicio Federal de Seguridad (ex KGB), después que la fiscalía británica anunció que existen pruebas para acusarlo por el asesinato de Litvinenko.
Desde entonces Rusia se niega a extraditar a Lugovoi para que sea procesado en Londres por la muerte del ex espía ruso Litvinenko, quien fue envenenado con polonio-210, una sustancia radiactiva.
Litvinenko, antiguo espía de la KGB, murió el 23 de noviembre pasado en el hospital University College de Londres, tras caer enfermo el día primero de ese mes, justo el día en que se reunió con Lugovoi y otro ciudadano ruso, Dimitri Kovtun.
En una carta póstuma, el ex espía ruso acusó al Kremlin de estar detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio de Moscú en 1999 para ayudar a Putin a llegar a la Presidencia.
