Lorena Ochoa se reportó lista para tomar parte en su primer Abierto Británico de Golf Femenil, la mexicana llega como número uno del mundo. (AP)
SAINT ANDREWS, Escocia.- “Es un sueño ganar aquí en la cuna del golf”, dijo Tiger Woods cuando sostuvo la Claret Jug de 2005 en este lugar.
Lorena Ochoa tiene una lógica más contundente: “nadie se va a acordar de quién quedó en segundo lugar en Saint Andrews. Sólo el campeón será recordado. Esta es una oportunidad única en la vida y no queda más que ganarla”.
Es la número uno del mundo, pero también la mejor jugadora activa de la LPGA con la mayor cantidad de torneos ganados sin ningún “Major”.
Ochoa y 149 jugadoras de todo el mundo compiten desde hoy por el último torneo “Grande” del año, el Abierto Británico Femenil, y lo hacen nada menos que en el mítico Old Course de Saint Andrews. Por primera vez en la historia, este curso, donde nació el golf, abre sus puertas a un torneo de golf profesional femenil en sus 600 años de vida.
Para todas ellas es emocionante. Pero para Ochoa es la oportunidad de dejar de ser la mejor jugadora sin “Grandes”.
Rosie Jones se despidió del golf el año pasado en el Abierto de EU en Newport. Ese día, ella dejó ser la jugadora de la LPGA con más victorias sin ganar un “Major”, con 13 torneos ganados desde 1987. La etiqueta ahora es de Ochoa. La mexicana lidera la lista de jugadoras activas que tienen más títulos, ninguno de ellos “Major”: tiene 12 campeonatos, tres de los cuales se ha colgado en la actual campaña. A ella no le preocupa tanto esta situación, pero coincide en que esta oportunidad es única.
“Este es un año en el que me siento segura para los ‘Majors’. Es mi última oportunidad (en 2007) y voy a jugar muy bien. Tengo seguridad de que lo voy a ganar. Sería muy especial ganar aquí”.
“Los medios y la gente se preocupan mucho por que no he ganado un ‘Major’. Tienen toda la razón porque la realidad es que no lo he ganado, pero ojalá que lo gane esta semana para que terminemos con todos esos comentarios para seguir adelante con mi carrera”, aseguró tranquila.
WIE Y ANNIKA TAMBIÉN DEBUTAN
El mítico Old Course en St. Andrews nunca había visto algo así: Paula Creamer haciendo una voltereta frente al famoso puente Swilcan Bridge en el hoyo 18. La cuna del golf será a partir de hoy, la sede del Abierto Británico femenino, la primera vez que abre sus puertas a un torneo del circuito profesional de mujeres.
“Cuando lo miras por la televisión, todo parece al alcance de la vista”, dijo Michelle Wie, la prometedora jugadora de 17 años que trata de recuperar su nivel tras una operación de la muñeca. “Es muy diferente la experiencia de jugar”.
Como muchas jugadoras reunidas aquí para el cuarto torneo major de la temporada en el tour de la LPHA, Wie está entusiasmada por hacer ‘putts’ de 50 yardas (45 metros) en los gigantes ‘greens’ del Old Course.
“Los ‘greens’ se parecen al Everest y hay que buscar el ‘putt’ desde 50 yardas. Es algo increíble. Es un honor muy grande poder jugar aquí. Te intimida porque hay tanta historia”.
El Old Course carece de árboles y se cuentan escasos los arbustos. Pero muchos de sus verdaderos retos no están a la vista, como los profundos ‘bunkers’ y unos ‘fairways’ con muchos baches, que hacen que la pelota tome la dirección opuesta que buscaba el golfista.
Se han tenido que realizar ajustes para las mujeres. Por ejemplo, el par para el denominado Road Hole, en el hoyo 17 con una distancia de 453 yardas (378 metros), se conseguirá con cinco golpes, cuando para los hombres es de cuatro, por la dificultad de llegar al ‘green’ con dos.
Pero la presencia inédita de las mujeres en el campo de juego es el tema central. Wie, Annika Sorenstam y Lorena Ochoa por primera vez han ingresado al Royal & Ancient Club. Número uno del mundo, Ochoa ha figurado entre las primeras diez en 13 de sus 16 torneos esta temporada, incluyendo tres títulos y cuatro segundos. Pero sigue con la asignatura pendiente de ganar el primer grande su carrera, y esta es su última oportunidad en el año.
Sus rivales están aturdidas por la mera circunstancia de estar en St. Andrews. “Cualquiera que juegue golf debe venir aquí en algún momento de su vida. Tengo que reconocer que estoy maravillada con este campo”, comentó Sherru Steinhauer, la estadounidense que ganó el título hace un año.