EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Los Años de Soledad

Relatos de andar y ver

Ernesto Ramos Cobo

A propósito de sus cuarenta años he releído Cien Años de Soledad en el 2007. La edición conmemorativa de la Real Academia es un tomo de tapa dura, maravillosamente cuidado, incluso con un glosario y la sección de nombres propios mencionados en la obra, donde destaca “Francisco: apodado -el hombre-, anciano trovador que recorre el ámbito de la ciénega divulgando con canciones las principales noticias que acontecen. [En la realidad, Francisco Moscote Daza, cantautor vallenato nacido en 1880, más conocido por el sobrenombre]. Terminarlo me ha hecho recordar el fervor que acompañó a su primera lectura; la conversación de ayer con Gerardo Soria y Renato Sales ha magnificado el palpitar, y ha provocado estas letras.

Lo leí por primera vez en Torreón, apenas cumplidos mis dieciocho años, y lo hice en un libro donde mi propia madre había trazado el árbol genealógico de la estirpe de los Buendía. La actual edición de la Academia incluye la genealogía como subsidio, pero en mi particular lectura esa línea recta descendente del Coronel a los 17 Aurelianos –y la inmaculada letra de mi madre a su lado— era memoria de mi propia sangre, y conciencia de un generacional pasar de manos. Nunca imaginé –al inmiscuirme en esa lectura inicial—, el frenesí fervoroso que me causarían sus últimas páginas. Mi recuerdo de su lectura es nítido: el final del libro se acercaba con ritmo palpitante –como un trémulo viento arreciando—, cuando en la mente de Aureliano Babilonia y ante el peso abrumador de tanto pasado, se ordenaba el epígrafe de los pergaminos del gitano Melquiades en el tiempo y el espacio de los hombres “el primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas”. Mi lectura de esas últimas páginas fue como el torbellino que desterró Macondo de la memoria de los hombres. Me recuerdo al terminar, apenas a mis dieciocho años, solo, en mi cuarto, me recuerdo silencioso todavía con ese libro abierto entre mis manos, solo, en mi cuarto, me recuerdo llorando ante semejante recuerdo. Desde entonces Gabo es de mis mejores amigos y, aunque nunca lo he visto, inconscientemente siempre lo ando buscando; al entrar a un restaurant el repaso inicial es la búsqueda de sus bigotes blancos.

La lectura actual ha sido distinta, pero el resultado el mismo. He estado más consciente, es cierto, de la pulcritud del idioma, de la perfección de la técnica y en general de la estructura temporal del libro, pero finalmente sus imágenes dejan perplejo y aniquilan cualquier raciocinio; todo lo ganan, son como puñaladas devastadoras, como nubes de humo, justo como cuando José Arcadio Buendía busca a Melquiades entre la multitud desesperada, y le hace la pregunta a ese armenio taciturno que vende jarabe de la invisibilidad, ya cuando se hubo tomado la sustancia ambarina “lo envolvió en el clima atónito de su mirada, antes de convertirse en un charco de alquitrán pestilente y humante sobre el cual quedó flotando la resonancia de su respuesta: Melquiades ha muerto”.

La resonancia de su repuesta… eso es García Márquez: un verdadero monstruo. Un día se enclaustró del todo y se sentó a escribir un proyecto que le tomó madurar diecisiete años y redactar catorce meses de largas agonías y penurias extremas para su mujer y sus dos hijos. Cuenta Mercedes, su esposa, que un día García Márquez llegó de noche, llorando a la cama, porque tuvo que matar en sus letras al Coronel Aureliano Buendía; cuentan que él sólo pedía 500 páginas de papel blanco, y que desesperaba y que en ocasiones no fluía, mientras gradualmente su genio y su rigor, en esa casa de la Ciudad de México, le daba forma a una de las obras literarias más grandes de todos los tiempos.

Cualquiera que lea las líneas “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento…” se embarcará en un viaje increíble.

ramoscobo@hotmail.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 318503

elsiglo.mx