Édgar Castillo saltó a la cancha en compañía de su pequeño hijo. (Fotografía de Jesús Galindo López)
TORREÓN, COAH.- El público de Santos estalló ayer en júbilo por el futbol demostrado por cada uno de los jugadores, quienes son verdaderos héroes. Devolvieron la sonrisa, la alegría y la satisfacción de ser un guerrero.
Era un juego donde la confianza se respiraba en todas las tribunas. La afición ya esperaba a Pumas, hasta por momentos Morelia también quería que se vieran las caras Santos y la UNAM.
A pesar del frío que ya apareció en la Comarca, los laguneros llegaron para llenar el Corona, que de nueva cuenta vive la fiesta de la liguilla. "Con cheve se quita el frío", gritaba un bien arropado cervecero.
El estadio está repleto de cámaras, por aquello que les anulen goles válidos a los de la televisora del Ajusco, no vaya a ser.
Ya en el juego todo se vuelve una cuestión de tiempo para que los Guerreros consigan el gol que les dé la tranquilidad y que sea la mecha que detone la alegría en toda La Laguna.
A la presentación de la alineación local, la porra de Sol Plateas se inclina cada vez que nombran a cada jugador. La comunión entre afición y equipo es total, Vuoso siempre agradece a la porra de sol, al igual que el “Homie” Castillo y Oswaldo Sánchez, la tribuna se entrega.
Morelia venía por tres, y rápidamente se llevaron tres, pero tarjetas amarillas, que en menos de diez minutos detuvieron las aspiraciones de Monarcas.
Los avances de Santos son de un gran futbol, que pocos quisieran ver o acaso es mejor esta demostración que lo realizado por los equipos que según pesa su camiseta. El público ha reencontrado a un equipo que combate, que no se queda satisfecho por jugar bien sino que busca ganar, algo que en el pasado inmediato ya no existía y las jornadas eran angustiantes para la afición.
Vuoso pelea el balón con todo, hasta embiste como toro. En una jugada desafortunada, “Lorito” Jiménez choca con Cervantes y el argentino sale del campo en camilla, directo al hospital. La afición que a veces lo abucheó y otras lo vitoreó, lo despide de pie como se despide a un verdadero guerrero. Sus compañeros le dedican el triunfo.
Germán Arredondo no fue factor, porque quiere estar en las semifinales y, por qué no, en la final. No se mete en problemas y marca lo que tiene que marcar.
Mientras se congelan en la tribuna algunos aficionados, Patiño y Morelia en la cancha, Daniel Ludueña prende la tribuna con un gol de tiro directo que nadie desvió y le devolvió el calor de la esperanza, "ahora sí que venga Pumas", comentaron.
Al medio tiempo lo único malo fue el concursante que estaba solo frente al marco para anotar su gol y buscando el ángulo superior izquierdo la mandó a la malla protectora. Las Guerreritas se pusieron a rockanrolear, aunque hubo unos problemas con el vestuario, pero fue sólo un incidente.
Santos quería finiquitar rápido el juego y Ludueña lo orquestó. Hasta Johnnie García anota, y no es que se dude de su capacidad, pero sorprendió a todos no sólo a los del Morelia. La ola hace su aparición, aunque dicen que surgió en Monterrey pero todos sabemos que inició en el Silverdome de Seattle con los Halcones Marinos, pero bueno.
Morelia hace un poco más digno el marcador, al anotar Eder Guzmán. Pero Monarcas pone a trabajar a Miguel Becerra, quien hace un par de atajadas importantes. Moisés Muñoz no se queda atrás y ha sido factor para no llevarse una peor goleada.
Un reportero de TV Azteca tuvo la ocurrencia de bajar al campo, cuando todos los asistentes lo abucheaban gracias a su percepción muy parcial del partido en Morelia, además de que la gente no olvida que en el torneo pasado los vivas por parte de los conductores deportivos de esta televisora eran para Querétaro, mientras que las sospechas y los cobijados por las malas decisiones federativas eran de los Guerreros.
Pero que más se puede pedir, Vuoso encuentra su oportunidad y sella la alegría total. Después cayó un golazo de Fernando Arce que por primera vez en el Corona lo aplaude por la actitud de no bajar los brazos. La afición se ve más madura y más consciente de lo que es ser un buen jugador en la cancha y en su tribuna.
Al final, los albiverdes están listos para recibir a Pumas, que aún no se ha alcanzado nada y que habrá que luchar para poder hacer que este conjunto pese, a pesar de estar en provincia.
La porra a las afueras del Corona despidió a su equipo con tambores, cantos y porras, mientras que se arremolinaban a la salida del camión albiverde. No es para menos, después de la salvación del descenso, esto que vive La Laguna entera y en todos los lugares donde se encuentre un santista, son tiempos de gloria sólo comparados con los momentos en donde la alegría por ser mejores es capaz de levantar a toda una comunidad a pintarse de verde y blanco.
Ahora la confianza está por las nubes, "vamos a levantar la copa", y la alegría es casi completa, sólo el negrito fue la lesión del Lorito, sin embargo Santos y La Laguna saben que están cerca de hacer de nueva cuenta historia, para que se vea que este conjunto es de verdad un equipo de ensueño.
