Los Ortega y Luis Ernesto Cano, los Mascabrothers, están llenos de trabajo y disfrutan hacerlo.
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ni los mejores ni los consentidos, simplemente trabajadores.
Freddy Ortega y Luis Ernesto Cano -los Mascabrothers- para nada se sienten los mimados de Televisa, aunque eso sí, aceptan que los tratan muy bien, los respetan y les dan oportunidad. “Creo que más que consentidos, es cuestión de funcionar o no, y pues nosotros hemos funcionado”, aseguró Cano.
El miércoles por la noche, al final de la primera función que ofrecieron del show de Los Mascabrothers en el Teatro Alvarado, ambos comediantes se dieron tiempo para hablar. Aunque contento por lo que ha logrado junto con sus compañeros, Freddy (quien le da vida a Igor y La Perejila, entre muchos otros) fue sincero al asegurar que personalmente se encuentra en un momento muy difícil debido a todo el cansancio que trae encima. “Estoy pensando en descansar un ratito, ya me voy a tomar dos días a la semana porque no paraba, yo soy de lunes a lunes pero dije ya no... a partir de abril que regrese de vacaciones, ya no voy a trabajar ni miércoles ni domingo”.
De baja estatura, pero con un gran talento, Luis Ernesto Cano enfatizó que aunque ahorita gozan de un prestigio, tanto él como los hermanos Ortega empezaron desde abajo, siendo la gran unión y su creatividad la que los ha mantenido juntos durante diez años.
“Somos trabajadores, creativos, muy unidos como grupo, tenemos un lema que dice ‘los tres somos muy buenos, pero ninguno es tan bueno como los tres juntos’”.
A diferencia del cómico Teo González y otros comediantes, Freddy no ve a Jorge Ortiz de Pinedo como “San Jorge Ortiz, el santo de los comediantes”, pues aunque en cierto momento sí los invitó a su programa Al Ritmo de la Noche con sus personajes de La Jitomata y la Perejila y posteriormente en Picardía Mexicana, “realmente el que sí nos dio mucho apoyo fue Memo del Bosque, porque fue en Al Fin de Semana -que se transmitía los domingos- donde más nos dimos a conocer”, mientras que Luis Ernesto agregó que ellos aprecian y respetan mucho a Ortiz de Pinedo, pero él no ha influido tanto en sus carreras, “pero siempre ha estado cerca de nosotros, nos ha apoyado y dado su opinión y consejos”.
Freddy también comentó que por lo pronto ni él ni su hermano Germán están contemplados para entrar a la nueva barra de comedia de Televisa ya que siguen en La Parodia. “Tenemos tres pilotos escritos y uno grabado... no nos dijeron nada pues se puede decir que La Parodia son dos programas porque dura tres horas, entonces no hay ningún problema. Simplemente estamos con mucho trabajo...”.
El que sí se estrenará en la nueva emisión televisiva Objetos Perdidos, es Luis Ernesto Cano. Ahí compartirá créditos con la talentosa Roxanna Castellanos, Héctor Sandarti y Enrique Rocha.
A la par de la obra A Oscuras me da Risa, el nuevo Tenorio y los programas televisivos, Los Mascabrothers se encuentran preparando su nuevo espectáculo de centro nocturno, mismo que estará basado un poco en los muppets, pero por supuesto, para adultos.
Prefieren al Santos
Freddy, Germán y Luis Ernesto Cano estaban acostumbrados a ver teatros llenos en las actuaciones que daban en La Laguna, sin embargo el miércoles por la noche se encontraron con un Teatro Alberto M. Alvarado semi vacío. Los Mascabrothers actuaron ante 350 personas (entre las dos funciones); sí se sorprendieron por la escasa respuesta, pero entendieron que mucha gente prefirió ir al Estadio Corona
para ver el partido Santos-Tigres. “...Está bien que apoyen el futbol y su equipo, que bueno que apoyen al Santos”. Pese al escaso público, los comediantes se entregaron de igual forma. Con la misma fórmula que siguen en televisión, pero con un sentido de humor mucho más “picoso” los artistas hicieron de las suyas presentando sus populares personajes, entre los que sobresalieron Frank e Igor, Roberto, La Jitomata y La Perejila y Atahualpa Yupi Yanki. Durante toda la noche Cano y los Ortega, arrancaron carcajadas con sus chistes y no se limitaron en ningún momento, pues lo mismo contaron historias muy rojas y usaron palabrotas, pero más que molestar, los asistentes les festejaron sus puntadas y les aplaudieron la producción así como a las tres bellas bailarinas que los acompañaron.
