El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva pidió hoy al mandatario boliviano Evo Morales "paciencia, paciencia y paciencia" ante la severa crisis política que afronta Bolivia por desacuerdos con opositores y regiones sobre una nueva constitución.
En un consejo al margen de la lectura de su discurso, Lula señaló en tono coloquial y casi de confidencia que debió haber empezado por permitirse darle ese consejo al presidente boliviano, quien tras el comentario se mostró visiblemente emocionado.
"En estos momentos de confrontación, si yo pudiera darte un consejo sin meterme en la política de tu país: paciencia, paciencia y más paciencia, porque, ciertamente, el pueblo boliviano en su grandeza sabrá dictar los rumbos a la democracia", dijo.
El mandatario brasileño había llegado el domingo con una agenda en la que se incluía entre sus acápites traer a los bolivianos un mensaje de solidaridad del pueblo brasileño, pero que parecía más concentrada en el anuncio de nuevas inversiones de la brasileña Petrobras en el sector de hidrocarburos de Bolivia tras meses de distanciamiento.
"Evo Morales y Lula no se pelearon cuando algunos quisieron que nos peleáramos; no nos transformamos en adversarios y mucho menos en enemigos. Nos convertimos más bien en compañeros", le dijo el mandatario brasileño a su colega boliviano.
El asunto energético mereció un memorándum de entendimiento en el que se señala que Petrobras invertirá en este país, en asociación con su par nacional YPFB entre 750 y 1000 millones de dólares para desarrollar nuevas áreas y las que ya tiene bajo su control.
Estas inversiones permitirán aumentar la producción de gas para el mercado interno y la exportación, dijeron por separado el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, y el presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli.
Petrobras y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) conformarán una empresa mixta con mayoría accionaria de la boliviana para producir en los nuevos campos.
Brasil tiene como principal proveedor de gas a Bolivia.
Al margen, el gobierno boliviano y la petroquímica brasileña Baskem acordaron iniciar estudios para la instalación de un polo químico en el Chaco boliviano. Anteriormente se dijo que la planta podría demandar una inversión por mil 500 millones de dólares.
Tras agradecer las palabras de Lula, a quien llamó reiteradamente "hermano", y desde el mismo podio del palacio gubernamental, Morales señaló que las diferencias entre Brasil y Bolivia tras la emisión de su gobierno de un decreto de nacionalización de los hidrocarburos, en mayo de 2006, fueron entre empresas, no entre presidentes.
"Este encuentro desbloquea las inversiones. Es importante complementarnos presidentes, gobiernos, para resolver las necesidades que tienen nuestros pueblos en temas energéticos, tan importantes para el ser humano", dijo Morales.
Al cabo de la ceremonia, Lula y Morales salieron a la plaza Murillo, frente al palacio, y allí treparon a algunos de los 390 tractores y maquinaría agrícola que Brasil entregará a Bolivia por un valor de 32 millones de dólares como parte de un crédito.
