Cuerpos de bomberos y grupos socorristas brasileños continuaban las labores de rescate de las víctimas del accidente en el aeropuerto de Congonhas, ocurrido el martes en Sao Paulo, mientras decenas de personas lloraban a las víctimas mortales del siniestro, las cuales hasta ayer sumaban 189. (Fotografías de AP y EFE)
Fallecen todos los ocupantes del avión junto a los tres trabajadores. Hay cinco desaparecidos.
La aerolínea TAM confirmó ayer que murieron los 186 ocupantes, incluyendo un bebé, de un avión que chocó en un aeropuerto de Sao Paulo en la víspera, en la peor tragedia aérea de la historia de Brasil.
Pero la cifra total de muertos podría aumentar dramáticamente. Hasta ahora, se informó que otras tres personas murieron en tierra, lo que eleva la cifra a 189 y hay otros cinco desaparecidos, todos trabajadores de TAM.
“Infelizmente, no hay registro de sobrevivientes” en el avión, dijo el presidente de la TAM, Marco Antonio Bologna y afirmó que en la oficina de la compañía con la que impactó el avión entre 55 y 60 personas trabajaban al momento del accidente.
La confirmación hizo que el accidente ocurrido el martes se convirtiera en la peor tragedia aérea en la historia de Brasil, desde que en septiembre pasado en otro accidente murieron 154 ocupantes de un Boeing 737 de la aerolínea Gol, que cayó en un paraje amazónico.
El avión —en un vuelo doméstico desde la sureña Porto Alegre hasta Sao Paulo— sobrepasó la verja del aeropuerto y se adentró en una congestionada avenida chocando contra el edificio de la empresa y una estación de gasolina, desatándose un infierno de llamas. La temperatura llegó a los mil grados dentro del avión, según el gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra.
En ese edificio, destinado a almacenes y entrenamiento de TAM, resultaron muertos tres empleados, pero hay otros cinco desaparecidos y 11 resultaron heridos, dijo Bologna. En el edificio de TAM impactado por el avión había entre 55 a 60 personas trabajando al momento del accidente.
Mientras tanto, una gran desesperación, muchas lágrimas e impotencia dominan a los familiares y amigos de las víctimas del accidente aéreo, que ayer comenzaron a llegar al lugar del suceso.
Veinticuatro horas después del accidente, continuaba saliendo humo de entre los escombros y emanaba un desagradable olor a quemado.
Durante las operaciones, se vieron algunos bomberos recogiendo restos humanos totalmente carbonizados, aunque, por lo general y tras las primeras imágenes de confusión, los equipos han procurado en todo momento cubrir a las víctimas con plásticos y ocultarlas de la vista de curiosos.
El accidente estuvo seguido por escenas casi de violencia de familiares que exigían información a la aerolínea y que se derrumbaban en sollozos y dolor al conocer la lista de pasajeros.
Una mujer cuyos hijos estaban en el avión siniestrado se desplomaba en llanto al conocer el suceso.
Jerri Adriani, un auxiliar administrativo de 29 años, contó que su tío, quien viajaba con su mujer y dos niños de 10 y 13 años, volvía de pasar sus vacaciones en Gramado (estado de Rio Grande do Sul), pero como era de Sao Paulo quiso hacer escala en la ciudad.
“Quería darnos una sorpresa y bien que nos la ha dado”, ironizaba el hombre, quien supo que sus familiares estaban en el avión por un amigo del fallecido.
Por su parte, el Ministerio de Defensa aseguró que el avión Airbus 320, en funcionamiento en la flota de TAM desde diciembre pasado, estaba en “perfectas condiciones” y que tuvo su última revisión técnica el 3 junio. En los registros de la aerolínea “no consta ninguna observación sobre ese avión”, agregó.
A la vez, indicó, los comandantes de la nave, el piloto Kleyber Lima tenía más de 13 mil 654 horas de vuelo y trabajaba en TAM desde 1987. El otro comandante, Henrique Stephanini, trabajaba en TAM desde enero, pero venía de una larga carrera con 14 mil 744 horas de vuelo.
Dijo que todos los papeles de la empresa y del vuelo estaban en regla para garantizar el pago de indemnizaciones a los parientes de las víctimas.
Dijo que la caja negra de la nave ya está en poder de las autoridades de la Fuerza Aérea y por tanto carecía de acceso a datos como las últimas conversaciones de la tripulación con la torre o velocidad a la que se desplazaba la nave.
Por meses, desde el accidente de Gol el congreso, las autoridades, sindicatos y aerolíneas han debatido el tema del tráfico aéreo, el aumento del volumen de pasajeros y las condiciones de las terminales y de la sobrecarga de trabajo de los controladores en las torres.
Una de las razones apuntadas por los analistas para esa falta de eficiencia administrativa es que el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha entregado los cargos en las agencias civiles de aviación a políticos y no a técnicos.
Ordena Lula investigación
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ordenó ayer que se investigue en qué estado estaba la pista del aeropuerto de Congonhas, donde el martes se accidentó un avión de la aerolínea TAM.
El ministro de Justicia, Tarso Genro, dijo a una radio local que la intención es determinar si ha habido “alguna responsabilidad de algún organismo público” en el accidente, que puede ser el más grave de la historia de la aviación brasileña.
La investigación se debe a que la pista había sido reabierta hace apenas un mes, tras haber pasado por una serie de reparaciones.
Según han denunciado portavoces del sector aéreo, la pista fue puesta en funciones nuevamente, sin que le se hicieran unos trazados que facilitan el drenaje de agua y frenado de las aeronaves al aterrizar.
Testigos han dicho que el avión de la aerolínea TAM que sufrió el accidente recorrió la pista, pasó la barrera de seguridad y se estrelló e incendió al colisionar contra un depósito de carga de la misma empresa.
Fuentes oficiales dijeron que Lula pretende determinar a la mayor brevedad si la pista, que estaba mojada por la lluvia, fue reabierta “en forma precipitada” un asunto que deberá investigar la Policía Federal.
Las obras realizadas en la pista principal de Congonhas fueron responsabilidad de Infraero, una empresa pública que administra 68 aeropuertos y 32 terminales de carga, por los que pasa el 97 por ciento del tráfico aéreo del país.
Envía México condolencias
El Gobierno de México expresó “sus más sinceras condolencias al Gobierno de Brasil y a las familias de las víctimas del lamentable accidente aéreo” de un aparato de la aerolínea TAM ocurrido el martes en Sao Paulo.
En un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitido este martes se informa que el Consulado de México en Sao Paulo “da seguimiento al incidente y hasta el momento, no ha recibido información de que entre las víctimas se encuentren nacionales mexicanos”.
La Embajada de México en Brasil “ha recibido instrucciones para transmitir a la Cancillería brasileña las condolencias y solidaridad por parte de nuestro Gobierno”, concluye la nota.
La caja negra será analizada en EU
La caja negra del Airbus A320 de la línea brasileña TAM que se accidentó en Sao Paulo con 186 personas a bordo será examinada en Estados Unidos, debido a que los primeros análisis no permiten llegar a conclusiones, dijeron ayer fuentes oficiales.
Según portavoces del Gobierno, la caja negra fue localizada en “buen estado” y en una primera revisión, hecha por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes de Brasil, “no se han podido determinar las causas” del que puede ser el peor desastre de la aviación nacional.
El informe que elaborará una empresa estadounidense especializada en el análisis de estos dispositivos aéreos deberá estar listo en un plazo de un mes, dijo una fuente oficial.
