Don Apolonio García es hacendado rico. Vive en Guadalajara. Ahí comercia los productos que le rinde su hacienda en Guadalupe.
Tiene fama de avaro este señor. Mientras todos los señorones tapatíos andan en caballos finos él va a lomos de una mula parda de cansino andar. Un día llega a Guadalajara Pancho Villa e impone préstamos forzosos a los acaudalados. Todos entregan su dinero, menos don Apolonio.
-Lo voy a encarcelar -le dice Villa.
-Como usted mande, general -suspira don Apolonio.
-Lo haré azotar -amenaza el fiero revolucionario.
-Como usted mande, general.
-¿No me da el dinero? -se enfurece Villa-. Entonces tráiganme un cuchillo. Voy a capar a este ca....
Y dice don Apolonio al tiempo que alza la mirada al cielo:
-Dios le dé buena mano, general.
Villa suelta una carcajada, y ordena que pongan en libertad al prisionero. ?Este viejo quiere más a su dinero que a sus ......?, dice. Todos ríen, menos don Apolonio. Él agradece humildemente la gracia de su libertad. Pero al volver a su casa a lomos de su mula va sonriendo bajo el ala del sombrero.
¡Hasta mañana!...