La maestra Carmen pronto cumplirá 19 años impartiendo clases en varias escuelas de la entidad.
El Siglo de Durango
Desde que estaba en segundo grado de primaria, decidió que iba ser maestra y su vida la ha llevado por ese mismo camino desde hace 19 años. María del Carmen Rivas imparte clases en sexto grado en la Escuela Primaria No. 9 Edmundo y Raúl Salinas desde hace nueve años y hoy día a día se prepara para que sus alumnos salgan con una vocación.
En el estado hay más de 32 mil trabajadores que están al servicio de la educación y en sus manos diariamente se forja el futuro que a México le espera.
Admite que hay algunos temas que se deben suprimir en los programas escolares y otros en los que se debe recopilar información de otras bibliografías, además de que se debe reforzar en los maestros el uso de la tecnología como una herramienta didáctica que ayude a la comprensión de las materias a los niños.
SITUACIÓN EN EL ESTADO
A través del sistema de evaluación que se implementó el año pasado en las escuelas del país, a través de la prueba de Evaluación Nacional del Logro Académico en los Centros Escolares (ENLACE), se indicó que Durango tenía 10 escuelas dentro de las primeras 100 de toda la República.
Por los resultados obtenidos en las evaluaciones, y como premio al esfuerzo realizado en los centros educativos, las autoridades dieron equipos de cómputo así como del programa Enciclomedia.
Las escuelas premiadas fueron principalmente del medio rural y que no cuentan con los servicios necesarios como energía eléctrica, agua potable, como la mayoría de las que se ubican en el centro de la ciudad.
A pesar de estas condiciones, los niños han logrado sobresalir principalmente por la dedicación y el tiempo que le dedican a sus estudios; se esfuerzan por llevar buenas calificaciones, aunque algunos de ellos no lleguen a terminar su educación básica.
De las diez escuelas del estado que destacaron por la aplicación de la prueba ENLACE, cuatro pertenecen al municipio de Tamazula, que son la Fanny Anitúa, de Las Higueritas; Adolfo López Mateos, en la comunidad El Aguaje del Durazno; Francisco I. Madero, de El Rincón del Guayabo; Miguel Hidalgo, de El Guayabo; así como también la escuela Juan Escutia, del poblado Las Huertas.
Además, la Telesecundaria No. 245, de la localidad Puerta de Cantera; la Telesecundaria No. 28, de San José del Molino, éstas ubicadas en el municipio de Durango; así como también la escuela Francisco I. Madero, de la comunidad San Francisco de Asís, municipio de Indé; y la Escuela Primaria Francisco, Villa del Rincón de Galancita, municipio de Topia.
Los maestros -principalmente los que egresan de las escuelas normales- empiezan sus carreras fuera de la capital del estado, y van a lugares en donde carecen de todas las prestaciones, además de que se mantienen alejados de sus familias por lo menos una semana.
HISTORIA DE VIDA
La maestra María del Carmen Rivas hoy recuerda a sus dos profesoras de primero y segundo grado de primaria que la inspiraron para que se forjara una educación normalista, por lo que a partir de los siete años había decidido pasarse su vida en un salón de clases.
Primaria y secundaria las estudió en Tamaulipas, y a la edad de 12 años regresó a la entidad en donde entró a la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado (ByCENED), de donde egresó como profesora a la edad de 17 años, en 1986.
Fue hasta dos años después que empezó a ejercer su vacación en la comunidad La China, municipio de Mezquital, en donde duró medio año.
Posteriormente se fue a la comunidad Buenaventura, municipio de Rodeo, en donde duró dos años impartiendo quinto y sexto año. Comenta que esta comunidad estuvo incomunicada por el desbordamiento del Río Nazas, y que eran bastantes horas para llegar a la comunidad caminando.
Manifestó que en el caso de Rodeo los maestros se van integrando a la comunidad y a las festividades; por ejemplo, la celebración de los egresados de primaria era la fiesta del pueblo, pues para los niños es un logro haber terminado este nivel, ya que después de estudiar empiezan a trabajar y después emigran.
Vivir en este pueblo por estos años le dejó experiencias inolvidables ya que hasta la fecha visita el lugar en compañía de sus tres hijos y su esposo.
Pero no sólo hay aspectos positivos en esta carrera: también hay experiencias negativas, porque después tuvo que irse a un pueblo en donde a los habitantes no les gustaban los maestros pues eran objeto de insultos y amenazas, de ahí que salió de este lugar en cuanto reunió todas las pruebas ante la Secretaría de Educación, y las mandó y pudo salir de este lugar.
Dijo que en una ocasión la escuela amaneció baleada, y constantemente las paredes se veían pintadas con palabras altisonantes hacia los maestros.
Cuando obtuvo su base regresó de nuevo a una comunidad cerca de Mezquital y de allí pidió su cambio para la escuela en donde actualmente imparte clases de todas las materias.
PREPARACIÓN
Después de que María del Carmen Rivas terminó sus estudios en la Normal dos años después se integró a la Carrera Magisterial, pues los nuevos egresados llevaban una ventaja por ser licenciados en Educación. Por ello, empezó a estudiar la licenciatura y así fue como pudo escalar más rápido y obtener su plaza.
Como maestra se ha enfrentado a todo tipo de emociones como la satisfacción de encontrarse a sus alumnos que estudian una carrera profesional y hay uno que decidió seguir sus pasos al servicio de la educación.
Dijo que siempre está informada de los acontecimientos, ya que los niños son diferentes a los de pasadas generaciones, además de que compra material extra para su propia dinámica de trabajo, para no quedarse con la versión oficial.
Además, manifiesta que implementa actividades para que los niños se ayuden a la comprensión de la lectura, que es una de las deficiencias que traen desde temprana edad. Está consciente de que los valores no se enseñan en las aulas escolares, solamente se refuerzan, pues ante todo la adquisición de ellos se encuentra en el núcleo familiar.
Dice que en muchas ocasiones se vuelve cómplices de los padres de familia y hasta cierta forma se llega a ver a la maestra como una segunda madre que enseña los conocimientos básicos.
A la maestra Carmen constantemente le llueven los detalles, y en uno de los mostrados a este medio de información, una de sus alumnas la describe como cariñosa e inteligente, además de que sabe comprenderlos.
Finalmente, comenta que para ella ser maestra no es un trabajo porque disfruta día tras día estar frente al grupo y ayudar a los pequeños a que se formen un porvenir y un mejor futuro para sobresalir.
