Con pancartas, consignas y una marcha por la avenida Hidalgo de Torreón, locatarios del Mercado Alianza demandaron el regreso de los camiones rojos y verdes a la calle Múzquiz. (Fotografías de Ángel Padilla)
TORREÓN, COAH.- En reversa, en sentido contrario y prácticamente subiéndose a las banquetas, decenas de automovilistas sortearon el caos vial que se formó ayer por espacio de más de una hora en la avenida Hidalgo, desde la Múzquiz a la calle Galeana, debido a la “peregrinación de protesta” que realizaron cerca de un centenar de comerciantes del mercado Alianza y de la zona Centro, que exigieron a las autoridades municipales el regreso de las líneas de camiones rojos y verdes a la calle Múzquiz.
Un operativo realizado en las avenidas Hidalgo y Juárez por 40 agentes de vialidad, fue insuficiente para controlar el tránsito en las calles aledañas, pues entre los participantes de las tradicionales peregrinaciones que pasan en sentido contrario por la Juárez y los comerciantes inconformes que tomaron la Hidalgo también en dirección opuesta, estrangularon la circulación vial en general.
Y Alfonso Chavira Zúñiga, director de Vialidad, admitió que su logística de seguridad fue rebasada en ambas rúas, ya que “los automovilistas se resistían a desviarse de la Hidalgo y tanto los peregrinos como los manifestantes no cedían el paso a ningún automóvil. Los vehículos se movían hasta que se encontraron de frente con el contingente”.
Y en efecto, lo que prevaleció fue el descontrol, ya que los agentes viales fueron reactivos más que provisorios, actuaron hasta que los inconformes empezaron a marchar, dos patrullas de vialidad les daban el paso. Los automovilistas protestaban con el claxon o con gritos contra los invasores de la Hidalgo, contra los peregrinos de la Juárez no hubo reclamos.
El sitio de la concentración fue a las 10:30 en Múzquiz y avenida Hidalgo, locatarios del mercado Alianza empuñando cartulinas pedían la salida de “Cuéllar” de Autotransporte y criticaban a “Rodolfo”, secretario del Ayuntamiento, porque su necedad “está matando a la Alianza”.
Con una bocina en mano, el comerciante Martín Martínez Muro ofrecía ofertas de naranjas y lamentaba haber votado por el alcalde José Ángel Pérez a quien increpaba a todo pulmón, por haberse llevado una gran estructura, “una estructura social, una estructura económica que representa la Alianza para Torreón en sus cien años”.
En su recorrido por la avenida Hidalgo en sentido contrario, locatarios y dirigentes de la Cámara de Comercio hacían paradas en las esquinas para informar de su movimiento: “queremos los camiones, queremos los camiones”, gritaban y luego seguían su camino, a su paso recibieron el apoyo de algunos comerciantes.
Sólo una demanda fue el motivo de su enésima manifestación: el regreso de los camiones de Torreón-Gómez Lerdo a la Múzquiz, cuando menos en esta temporada decembrina, fue el clamor generalizado. En algunos cruceros se toparon con camiones y carros, por lo que los conductores de éstos no tuvieron más remedio que “reversear”. Los agentes de tránsito cerrando cruceros al frente y a los lados no hallaban cómo controlar sobre todo el paso vehicular en los cruceros.
En sentido contrario por la Galeana, llegaron a la Presidencia Municipal alrededor de las 12 del día y se toparon con la noticia de que el alcalde José Ángel Pérez estaba fuera de la ciudad. Fueron atendidos por el director de Atención Ciudadana Iván Chávez, a quien le entregaron un escrito y con el cual se reunieron por espacio de una hora, ya que le exigían que le hablara al alcalde por teléfono.
El funcionario, acompañado de la regidora Isis Cepeda, los atendió y ésta se comprometió a citar a los miembros de la Comisión de Transporte para dictaminar al respecto, pues “el retiro de las líneas de la calle Múzquiz no fue un acuerdo de Cabildo y tampoco se le avisó a la Comisión, sino fue una decisión sin sustento tomada por Ernesto Cuéllar”, aseguró.
Pese a la promesa, la edil no logró respuesta y los comerciantes sólo se retiraron de la Presidencia Municipal hasta cerca de las cuatro de la tarde cuando luego de una reunión con el primer regidor Pedro Ávila y Chávez Lastra, obtuvieron la promesa de que hoy a las doce del día tendrán una respuesta del alcalde José Ángel Pérez, quien desde México, estaba al tanto del movimiento.