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Maquiladoras| Jaque mate

Sergio Sarmiento

“Incuestionablemente hay un avance. La empresa promedio en México paga hoy el doble de lo que antes recibía de utilidades”.

Adaptado de H.L. Mencken

Cancún, Q. R.- Por una parte las maquiladoras están festejando. Después de una larga lucha, la industria está finalmente regresando al nivel que tuvo a fines de 2000: 1.3 millones de empleos. Qué bueno, pero qué triste que hayan tenido que transcurrir siete años para retornar a esa cifra. China se ha llevado muchos de los empleos que se podrían haber creado en México.

No hay mucho tiempo para festejar. Esta semana se está llevando a cabo en esta ciudad del Caribe la convención anual del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación. Y el ánimo es negativo, a pesar de la gradual recuperación de empleos. La amenaza a la industria ya no procede de China sino de Los Pinos y de San Lázaro. La reforma fiscal puede convertirse en un golpe brutal para las maquiladoras.

Si bien Calderón afirmó en su campaña que sería el presidente del empleo, su iniciativa fiscal ya aprobada por el Congreso apunta en dirección contraria. Se trata de una reforma recaudatoria que tendría un impacto negativo enorme sobre la industria a pesar de las adecuaciones que se le han hecho.

En un principio, cuando la Secretaría de Hacienda propuso la Contribución Empresarial de Tasa Única, la CETU, el golpe era simplemente brutal. Las maquiladoras sufrirían un aumento de un 800 por ciento en su carga fiscal. Muchas simplemente se verían obligadas a cerrar sus puertas en México y buscar destinos más favorables.

Hacienda se percató del daño que esto ocasionaría y ha venido suavizando la propuesta. No sólo la CETU cambió de nombre, y pasó a ser Impuesto Empresarial de Tasa Única, IETU, sino que asumió nuevas reglas de aplicación. Éstas permitirán, por ejemplo, la compensación o acreditamiento de sueldos y prestaciones de ley, aun cuando otros beneficios pagados a los trabajadores no podrán acreditarse (y la maquiladora otorga mayores prestaciones que el promedio de los empleadores en México).

De cualquier forma, la reforma fiscal no es para la industria maquiladora más que un aumento de impuestos sin una mejora de servicios gubernamentales. De momento se calcula que la factura fiscal subirá para ellas un 200 por ciento.

Hacienda ha venido ofreciendo otorgar un trato preferencial a la maquiladora. Habrá que ver qué incluye el paquete. Ayer estaba programada la participación del subsecretario de Ingresos, el doctor Fernando Sánchez Ugarte, en la convención de las maquiladoras, pero de último momento cambió su ponencia para hoy viernes. Sólo hoy, pues, se conocerán los detalles de la propuesta del Gobierno.

Muchos maquiladores, sin embargo, se muestran escépticos. Advierten que el actual Gobierno mantiene una posición contraria a la inversión. “Yo soy panista –me dijo ayer un proveedor de la industria—. No estoy en contra del presidente. Pero él dice que quiere ser el presidente del empleo y actúa exactamente en sentido contrario”.

Una de las más importantes empresas maquiladoras está buscando ya posibilidades de inversión en Brasil. No va a retirar las plantas que tiene en México, porque esto tendría un costo muy alto, pero los nuevos proyectos no vendrían a México. El IETU es para esta firma un excesivo aumento de impuestos. Aun cuando sea acreditable en Estados Unidos, que todavía no lo es, de nada le serviría a esta empresa en particular, ya que tiene pérdidas en su matriz estadounidense.

Muchos de los maquiladores se quejan de la falta de certidumbre. “No es que no queramos pagar impuestos –me dice uno—. Pero en otros países nos avisan con meses o años de anticipación antes de cambiar las reglas. Aquí se cambian a cada rato”.

Hace unos días estuve en el norte del país y visité un boyante parque industrial de maquiladoras. Este 2007 ha sido muy positivo para las empresas de esa zona. Pero la preocupación por las consecuencias de la reforma fiscal es enorme.

México enfrenta enormes dificultades para competir con China. La mano de obra en ese país es más barata y la infraestructura mejor. El tratamiento fiscal es también más favorable. Otros países que aspiran a tener un crecimiento similar al de China están ofreciendo condiciones que buscan igualar o cuando menos acercarse a las de China. En México, en cambio, nuestros políticos están subiendo impuestos, complicando el sistema fiscal y eliminando deducciones fundamentales para la realización de una actividad económica. Quizá están trabajando para los chinos.

RESERVAS PETROLERAS

La secretaria de energía, Georgina Kessel, dijo ayer en el Foro Nacional de la Industria Química que México tiene petróleo para 60 años al actual ritmo de producción. El presidente Calderón había dicho antes que las reservas sólo alcanzaban para nueve años. ¿De dónde surge la discrepancia? El presidente hablaba de reservas probadas. La secretaria, de reservas prospectivas. El problema es que de esas reservas prospectivas, más de la mitad está en el golfo de México y el 88 por ciento de éstas, en aguas profundas. Pemex no tiene capacidad de explorar y extraer petróleo de esas aguas, pero las leyes prohíben la inversión privada o la coinversión en esta actividad. De nada nos sirve, por tanto, tener reservas prospectivas para 60 años.

Página de Internet:

www.sergiosarmiento.com

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