Cientos de manifestantes marcharon en Seattle a favor de los derechos de los inmigrantes.(AP)
Piden unas 400 personas poner fin a las deportaciones que separan a familias.
Cientos de manifestantes marcharon en Seattle en un intento por atraer la atención a la difícil situación de los hijos de extranjeros indocumentados cuyos padres se encuentran en prisión o han sido deportados.
Se calcula que unas 400 personas participaron en la marcha.
Los manifestantes portaban carteles que decían “No abandonemos a los niños” y “Alto a las deportaciones; tengo que estar con mi mami”.
Los manifestantes hicieron un llamado para que se efectúen cambios a la Ley de inmigración para evitar que se separe a las familias.
El alcalde Greg Nickels, se unió a los que marchaban y les ofreció su apoyo. Dijo que él quiere que en Seattle la gente esté segura cuando abra la puerta de su casa por la noche.
“Somos un país de inmigrantes”, dijo Nickels. “Somos fuertes porque somos diversos”, anotó.
“Mucha gente en nuestra familia está muy atemorizada”, dijo la residente de Seattle Erin Fanning, quien está casada con un mexicano inmigrante. “Hasta nuestros hijos que nacieron aquí no se sienten ciudadanos completos”, aseveró.
Dayzhon Mekonnen, de diez años y su hermano O’shaay, de 11, dijeron que su padre, un inmigrante de África, que creció en Estados Unidos ahora se encuentra en un centro de detención en Tacoma. Dayzhon dijo que le escribía cartas a su padre diciéndole “cuánto lo amo y cuánto lo extraño”.
Pero Ira Mehlman, portavoz del grupo Federación para la Reforma Inmigratoria, el cual apoya el endurecimiento de las actuales Leyes de inmigración de Estados Unidos, no tuvo compasión.
“Cuando los padres violan la Ley, ponen a sus familias en riesgo”, dijo. “Son los responsables. No debe ser nada distinto a otros casos en los que la gente viola la Ley”, puntualizó.