2007 fue el punto de inflexión. En el mundo, 53 de cada cien personas vivimos ya en ciudades. Por primera vez en la historia, la humanidad es urbana.
Pero no todas las ciudades son iguales. Existen ciudades que van lentamente a ninguna parte. Otras, que velozmente construyen su futuro. Son las llamadas “ciudades rápidas”. Las mejores para vivir y trabajar. Las que retienen, y atraen a los mejores talentos, a las mejores empresas, y a las mas cuantiosas inversiones.
Tres son las características distintivas de las urbes rápidas:
Son ciudades de oportunidades. Donde el profesionista, el trabajador, y el empresario tienen elevadas probabilidades de maximizar su potencial. Donde los sectores creativos y de alta tecnología son importantes, donde la creación de patentes y nuevos negocios es creciente.
Son ciudades innovadoras. Sin miedo a cambiar, a ser comparadas con otras. Invierten inteligentemente en infraestructura urbana, en espacios culturales y centros de investigación avanzada. Respetan y rentabilizan su legado histórico, preservan el medio ambiente.
Son ciudades de puertas abiertas. Diversas, con esa energía ciudadana que logra que las cosas sucedan. Con gobiernos eficaces, que nunca se atoran pensando en la próxima elección, sino que responden con la mira puesta en la siguiente generación.
Con estos requisitos, el Institute for the Future de Palo Alto, California, y las Universidades George Mason y Carnegie Mellon, publican en la revista FastCompany la investigación bianual llamada “Fast Cities 2007”. Son 30 ciudades seleccionadas a nivel mundial, clasificadas en nueve originales categorías. El reporte completo en: http://www.fastcompany.com/cities/2007/index.html
Las “mecas” Creativas. Shangai, China. Buenos Aires, Argentina. Nueva York, y San Francisco, EU.
Los Centros Culturales. Barcelona, España. Dakar, Senegal. Miami, EU.
Los Líderes Verdes. Vancouver, Canadá. Estocolmo, Suecia. Pórtland y Chicago, EU.
Los Clusters de Investigación y Desarrollo. Seul, Corea del Sur. Raleigh-Durham y Fort Collins EU.
Las Innovadoras en Urbanismo. Curitiba, Brasil. Tallinn, Estonia, Salt Lake City, EU.
Los “Hubs” Emprendedores. Londres, Inglaterra. Austin, Madison, y Tucson, EU.
Los “Hot Spots” de Alta Tecnología. Chadigarh, India. Ho Chin Minh City, Vietnam. Idaho, EU.
Los Oasis Inesperados. Dubai, Emiratos Arabes. Sidney, Australia, Estambul, Turquia.
Las Villas Globales. Toronto, Canadá. Berlín, Alemania. Johannesburgo, Sudáfrica.
Ninguna ciudad Mexicana aparece… ¿Cuestión de capacidad? No lo creo, el talento de nuestro país juega ya en las grandes ligas. Y para muestra dos botones. Recibo correspondencia de un estimado amigo y colega; el profesor Alejandro Rúelas-Gossi, doctor en economía y estrategia por MIT y Kenan Flagler University. ¿La noticia? Fue nombrado director general del Instituto de Competitividad del país Vasco, en San Sebastián, España. Y me comenta: “el Instituto es una iniciativa think-thanker, ojala y en nuestro país pudiéramos hacer algo similar”.
Coincidentemente, dos colegas mas me escriben recién. Julio Franco Corzo, maestro en política publica por la universidad de Chicago, y Oscar Gómez Cruz, maestro en administración por la universidad de Columbia, ambos han publicado el libro “Gobierno Inteligente, Hacia un México Competitivo” una estupenda guía para que los gobiernos estatales y municipales diseñen y ejecuten programas y políticas publicas que incentivan el crecimiento económico, el desarrollo urbano, la atracción de inversiones, y la generación de empleos bien pagados. Ojalá y todos nuestros funcionarios públicos lo lean.
Escribo esta nota en fin de semana, y mientras recorro la ciudad donde nací y crecí, a la que elegí regresar después de estudiar y trabajar en muchas otras. Donde nació mi hijo, y me encantaría nacieran mis nietos. Mí querido Torreón… No puedo dejar de observar que marcha despacio, en cámara lenta. Obras demoradas, lentas para construirse mal, y aun mas lentas para demolerse y corregirse. Calles que con la lluvia les germinan hoyos. Una central camionera que da vergüenza, accesos pletóricos de basura, y pocos árboles; muy pocos.
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