TODOS SOMOS SLIM
Si, acepto que el titulo es exagerado. Pero aún si no somos dueños de conglomerados; conviene percatarnos que siempre somos responsables de nuestro negocio. ¿Por que? Porque todos tenemos un negocio.
¿Cuál es su negocio? Aquí varios casos.
Si usted es propietario de una empresa. Su negocio es lograr la salud financiera y organizacional de su empresa.
Si es un trabajador independiente. Su negocio es lograr su salud financiera, mediante el reconocimiento y paga por su oficio o profesión. Entregando valor tangible a sus clientes. (Un medico, un notario, un plomero)
Si usted es empleado. Su negocio es lograr su salud financiera, vendiendo sus servicios dentro de una empresa. Clarificarlos y perfeccionarlos para que sean valiosos y productivos ahora y en el futuro. No solamente en su puesto, o con su empleador actual. También para otros posibles.
Si es el director general, su negocio es lograr la salud financiera y organizacional de una Unidad de Negocio, ahora y en el futuro.
La descripción anterior permite visualizar que todos tenemos un negocio, y que en el fondo todos dirigimos, (o debiéramos dirigir) nuestro negocio. Obviamente una misma persona puede tener diferentes negocios.
Haciendo conciencia que somos los dueños y directores generales de nuestro negocio, las responsabilidades de la alta dirección son nuestras responsabilidades. Independientemente del tipo de actividad que hagamos, o el nombre de nuestro puesto.
Entonces, ¿Cuales son estas responsabilidades como directores generales de nuestro negocio?
Son exactamente las mismas que las de Carlos Slim. Y son cuatro.
1.- Definir en que negocio estoy, y en que negocio debo estar.
Es la Estrategia. Un proceso de reflexión y análisis para definir:
Mi modelo de negocio. La forma que utilizo para generar ingresos y ganancias.
El entorno amplio y específico donde hago mi negocio.
Mi misión. Porque, y para que estoy en este negocio.
Mi visión. Quien soy, y en que me convierto al estar en este negocio.
Mis valores. Mis principios rectores. Las guías de actuación ante las situaciones de este negocio.
2.- Definir el sistema con el cual hago mi negocio.
Es la forma en que nos organizamos para hacer el negocio. Conviene definir
Los procesos necesarios para hacer el negocio.
La forma en que dividimos y coordinamos estos procesos.
La forma en que asignamos los recursos dentro del proceso.
La forma en que los diferentes puntos del proceso se relacionan con el cliente.
3.- Hacer el Negocio.
Es la Ejecución. Para hacer nuestro negocio siempre necesitaremos:
Definir los indicadores de eficacia del negocio.
Evaluar el desempeño de los recursos.
Estimular (nos) una cultura de contribución y recompensa.
Gestionar el valor agregado.
La flexibilidad operativa.
La retroalimentación en tiempo real, mediante la gestión de anomalías.
4.- Garantizar la supervivencia en nuestro negocio.
Adaptarnos al entorno mediante:
Crear nuevos negocios según nuestras capacidades.
Innovar en procesos, productos, sistemas y formas de organización.
La expansión geográfica.
El aprendizaje continúo.
Reinventar nuestras capacidades.
Así pues, conviene saberlo y aceptarlo. Todos tenemos un negocio, y en gran parte depende de nosotros mismos como nos vaya en él.
¿Quiere definir exactamente su negocio? Aquí diez preguntas que vale responder:
¿Que vendo? ¿Por que alguien habría de comprarlo conmigo? ¿Como lo vendo? ¿Como me lo compran? ¿Que necesidad satisface mi producto o servicio? ¿Como y para que mis clientes utilizan lo que vendo? ¿En donde esta la plusvalía? ¿Cuales son los factores clave del negocio?
¿Cuales son las habilidades clave para hacer el negocio? ¿Cuales son los recursos indispensables?
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