EFE
Roma.- Una máscara de carnaval con el pelo y la barba de Jesucristo ha irritado al obispo de Verona, al norte de Italia, donde el obispo Flavio Carraro ha condenado la venta con "firmeza y sufrimiento".
La máscara de Jesús fue descubierta en un estanco de Verona por la prensa local y, aunque en realidad se trataba de una peluca castaña y una barba, la fotografía que acompañaba ese conjunto de disfraz mostraba el rostro de Jesús con la corona de espinas.
Se trata de productos elaborados en China, sobras del anterior carnaval, que el propietario del estanco combinó "de forma original" con la fotografía de Jesús para facilitar su venta.
Sin embargo, el obispo Carraro dijo que, cuando lo vio, le vinieron las lágrimas a los ojos y aseguró que "es necesario respetar los sentimientos religiosos del pueblo".
Los productos fueron importados por una empresa de Milán y en Internet se pueden adquirir los demás complementos para completar el disfraz desde seis euros hasta noventa.
