Las mascarillas caseras son una excelente opción para nuestra piel, ya que la exfolian, la limpian y la hidratan.
Las mascarillas exfolian, limpian, hidratan la piel; aportan suavidad y elasticidad y algunas previenen las arrugas y las manchas producidas por la edad.
Las firmas cosméticas ofrecen tratamientos muy eficaces, porque sus fórmulas contienen ingredientes exclusivos; sin embargo, también las mascarillas caseras ofrecen buenos resultados. Es cosa de darles una oportunidad.
A continuación presentamos una recetas para aplicarse mascarillas naturales:
Crema limpiadora
Diluye una cucharadita de miel y semillas de sésamo en el jugo de dos limones frescos.
Mezcla bien hasta conseguir una crema homogénea.
Aplícala sobre la piel con masajes y, después de unos minutos, retírala con agua tibia.
Cutis radiante
Haz un puré triturando la pulpa de una piña o papaya con un tenedor.
Aplica y permite que actúe sobre el rostro durante 15 minutos.
Retira con agua fría.
Efecto revitalizador
Si la piel de tu cara es mixta, corta un pepino en rodajas muy finas y póntelas sobre el rostro durante 20 minutos.
Retíralos y enjuágate bien con una infusión de manzanilla y luego con agua fría.
Al cabo de unos días notarás la diferencia.
Crema limpiadora
Mezcla en un procesador de alimentos un kiwi y un puñito de avena.
Aplica la mezcla sobre la piel y permite que actúe durante 20 minutos.
Retírala con agua tibia.
Crema antiarrugas
Tritura medio aguacate y mézclalo con una cucharada de jugo de limón, una de aceite de almendras y dos más de jugo natural de zanahorias recién hecho; distribuye la mezcla en tu rostro y deja reporsar por 20 minutos.
Enjuaga muy bien con agua tibia y luego con agua fría.
Loción reparadora para cabello
Bate una clara de huevo junto con media taza de yogur natural.
Aplícate la mascarilla sobre las puntas de cabello húmedo (recién lavado). Evita el cuero cabelludo.
Enjuaga con agua tibia y después con fría.
Precauciones
Todas las mascarillas se deben probar primero en un área menos delicada, como el dorso de la mano.
Si tu cutis es muy sensible, antes de aplicarlas, consulta primero a tu dermatólogo.
El recipiente en que elabores tus mascarillas así como la toalla para secarte, deben ser de uso exclusivo.
Debes prepararlas justo antes de utilizarlas.
Aplica de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera.
Deja libres las áreas de la boca y de los ojos.
Si sientes comezón o irritación, retírala inmediatamente.