Tropas afganas, estadunidenses y canadienses abatieron a 50 rebeldes talibanes y mantienen atrincherados a más de 250 a las a fueras de la ciudad de Kandahar, sur de Afganistán, en una lucha para consolidar posiciones.
El jefe de la Policía de Kandahar, la principal ciudad del sur de Afganistán, Sayed Agha Saqib, informó que las fuerzas conjuntas han abatido a unos 50 talibanes en tres días de enfrentamientos, en los que también han muerto un soldado y tres policías afganos.
Ante la intensidad de los enfrentamientos, cientos de civiles afganos huyen en carros, motos, tractores, animales o pie de sus casas situadas en tres villas en el distrito de Arghandab, a unos 20 kilómetros de Kandahar, capturado por los militantes.
"Unos 50 remanentes del derrocado régimen talibán han muerto, alrededor de 50 resultado heridos y 12 han sido arrestados, incluido dos de los lesionados', dijo Sagib.
Las fuerzas afganas y de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzaron una operación en el distrito de Arghandab, con el objetivo de limpiar el aérea de combatientes talibanes, pero hasta ahora la alianza atlántica no ha comentado al respecto.
Las tropas afganas y sus aliados libran casi diario enfrentamientos con los talibanes, que reavivaron su insurgencia en los últimos dos años, aunque han cambiado sus tácticas a ataques suicidas por bombas al costado de caminos, tras sufrir derrotas en el campo de batalla.
Los rebeldes talibanes han tomado este año de forma breve una serie de centros distritales, invadiendo puestos policiales aislados, antes de retirarse por la llegada del Ejército afgano y las fuerzas extranjeras.
El sur y el este de Afganistán son zonas donde ha aumentado la violencia talibán desde que fueron expulsados del poder, a finales de 2001 por la coalición internacional, en comparación con las áreas relativamente pacíficas del norte y el oeste del país.
En lo va de este año, más de 700 civiles han muerto durante los enfrentamientos entre combatientes talibanes y fuerzas afganas y extranjeras.
