El 51 por ciento de los estadounidenses apoya una reforma migratoria que legalice a millones de indocumentados si pagan una multa y cumplen otros requisitos, indicó ayer un nuevo sondeo del diario The Washington Post y ABC News.
En lo que refleja la división en el país sobre un tema muy complejo con miras a las elecciones presidenciales de 2008, el 44 por ciento de los estadounidenses expresó su oposición a una reforma migratoria integral, señaló la encuesta que publicó The Washington Post.
En cuanto al tema de Irak, el ambiente político en Washington y el rumbo de la economía, los estadounidenses muestran un profundo pesimismo y quieren un cambio de las políticas del presidente George W. Bush, indicó el sondeo. Para las tres cuartas partes de los estadounidenses, el 74 por ciento, el país va en la dirección equivocada y apenas uno de cada cuatro, el 24 por ciento, considera que camina en la dirección correcta.
Los seguidores del Partido Demócrata quieren abrumadoramente un cambio, pero igualmente lo quieren las tres partes de los independientes y la mitad de los simpatizantes del Partido Republicano, al que pertenece Bush.
La encuesta señaló que más de seis de cada 10 estadounidenses indican que no vale la pena luchar en Irak, casi las dos terceras partes desaprueban el estado de la economía y siete de cada 10 consideran probable una recesión el año próximo. Apenas el 33 por ciento de los estadounidenses aprueba la gestión de Bush, pero un porcentaje menor, el 28 por ciento, está satisfecho con el trabajo del Congreso, que está bajo el control de la Oposición demócrata.
El sondeo muestra una ventaja de la aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, la senadora de Nueva York, Hillary Clinton, sobre sus potenciales rivales republicanos.
Sin embargo, el margen de ventaja no es tan abrumador si tuviera que enfrentar en los comicios de noviembre de 2008 al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giualini, a quien derrotaría por apenas cuatro puntos porcentuales de diferencia.
Ley contra indocumentados afecta a la agricultura
La nueva Ley contra la inmigración ilegal en Oklahoma ha dejado sin mano de obra a algunos agricultores y empresas agrícolas, ya que los hispanos, temerosos de ser deportados, no van a trabajar. La Ley, que entró en vigencia el jueves, otorga a las autoridades locales mayores poderes para reprimir a los indocumentados y aumenta las penas contra los empleadores que dan trabajo o refugio a esos trabajadores.
Chris Ellison, de Hollis, dijo que teme por el futuro de su empresa MotLey Gin porque debió reducir su plantel en un 50 por ciento y eliminar el turno nocturno.
“En las comunidades pequeñas, donde hay trabajo estacional, es difícil conseguir gente legal que quiera trabajar”, dijo Ellison. “Tengo una sola cuadrilla porque no hay suficiente mano de obra para seguir trabajando las 24 horas”. En temporadas anteriores, dijo Ellison, tenía entre 30 y 40 postulantes para los trabajos estacionales, y ahota tiene apenas ocho o nueve por temporada.
David Lingle, gerente de Red River Gin en la cooperativa Tillman Producers de Frederick, dijo que si bien se asegura de que los trabajadores tienen la documentación en regla, la Ley intimida incluso a éstos.
Dijo que se ha visto forzado a reclutar una mano de obra que no quiere hacer ese trabajo y que se le paga más de 700 dólares a la semana. “Es la mano de obra más lamentable que he visto en mi vida”, dijo Lingle. “Los nacidos aquí no quieren ese trabajo. La Ley nos ha creado una mala situación”.