Un día recibo una llamada. —“Gaby, quiero darte mi testimonio sobre la violencia intrafamiliar”. Acordamos la entrevista y agradezco a Maru Alonso, por su valor y sinceridad.
Maru: Yo padecí a un hombre misógino y quiero ayudar a que otras mujeres no caigan en el mismo error. La gente piensa que las mujeres golpeadas, sólo pertenecen a las clases sociales bajas, pero no es así. Cada día conozco a más mujeres con estudios, inteligentes y preparadas que son víctimas de los golpes y menosprecios de su pareja.
La mayoría de quienes sufrimos el maltrato estamos convencidas de que es imposible abandonar a nuestro agresor y en la mayor parte de los casos, nos negamos a hacerlo.
Sólo una minoría de las mujeres confesamos esta situación, y generalmente lo hacemos con un psiquiatra o un psicólogo; algunas mujeres simplemente acuden con un médico general, a curar las heridas producto de los golpes. Inclusive hay un gran número de mujeres embarazadas que sufren maltrato. ¡Es indignante! Me dice con tristeza en el rostro.
La desesperación te provoca una profunda depresión, tu autoestima disminuye en forma patética, no duermes bien, te llenas de achaques e incluso por tu mente pasa la idea de un suicidio.
Gaby: ¿Cómo describes a un misógino?
Maru: Es el hombre que te humilla constantemente, te desvaloriza y niega, te subestima, te insulta, es infiel y se burla de ti; es una pesadilla. En cuanto al abuso físico, puede ir desde empujones, forcejeos y patadas, hasta tremendas golpizas con fracturas.
Es más, el miedo te paraliza Gaby, te incapacita para responder a la agresión. Entras en un triángulo de abuso, estrés y depresión, aunque estés consciente de que tu relación es como una maldición.
Los misóginos no quieren una mujer que pueda estar por encima de ellos; no lo soportan. No perciben de qué manera la relación se puede enriquecer con los logros mutuos y las satisfacciones que ella pueda proporcionar.
¿Qué quiere decir la palabra misógino?
La palabra “misógino” proviene del griego “miso” que significa “odiar” y gyne que significa “mujer”.
Para un misógino, las expresiones de dolor emocional en la mujer reflejan lo que él más odia: tristeza y debilidad. Consigue que ella demuestre sentimientos que a él le avergüenzan y después la odia por expresarlos. La famosa frase “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, se convierte en “ganarás el cielo, con los moretones de tu cuerpo”. El mejor anestésico para el sufrimiento se llama amnesia. La mayoría de las mujeres adictas a relaciones destructivas, no tienen conciencia de su sufrimiento, ni reconocen que éste es causado por su dependencia a un misógino. Por ello viven su infierno sin que nadie pueda ser nada para ayudarlas. “Es una santa”, dice Maru se podría decir de ellas. Yo las llamaría “santas tontas”.
El 25 de noviembre, la ONU declara Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en memoria de tres hermanas que fueron violentamente asesinadas en República Dominicana por su activismo político.
De acuerdo a la OMS Organización Mundial de la Salud, la violencia intrafamiliar la vive una de cada cuatro mujeres en el mundo y es la décima causa de muerte de mujeres.
“Lo único que se necesita para que el mal triunfe es que las personas buenas no hagan nada”. Edmund Burke en 1729-1797. Por lo que si queremos terminar con la violencia hacia la mujer, hay que denunciar, denunciar, denunciar. El Instituto de Mujeres tiene una línea telefónica de ayuda 24 horas: (01800) 911 25 11.
