Los médicos de Durango que adquirieron el examen de especialidad lo compraron en otras partes del país.
El actual Director del DIF Estatal fue testigo de cómo estafaron a un grupo de galenos en el DF
El Siglo de Durango
La secretaria de Salud del Estado, Patricia Herrera Gutiérrez, manifestó que médicos de Durango sí adquirieron la prueba de especialidad que se iba a presentar desde la semana pasada pero lo cosiguieron con gente de fuera; indicó que siempre se han tenido rumores sobre la venta ilícita de dicho examen, en el que –dijo- no estaban involucradas personas de la Facultad de Medicina de la UJED.
Añadió que desde siempre se había rumorado sobre la venta de este examen pero fue hasta este entonces cuando se tuvieron las pruebas necesarias para denunciar este caso a nivel nacional.
“Eran nueve versiones del examen como se venían realizando tradicionalmente y el secretario de Salud (José Ángel Córdova Villalobos) llegó a comprobar que alguien le había comentado que adquirió el examen, por lo que se suspendió para llegar a esta red que supuestamente es de origen nacional; en todos los estados se vendían en todos los lugares de la sede. Durango nunca fue sede, ni la Facultad; si lo compraron, lo tuvieron que haber comprado con personas de otro nivel o en otras áreas”, explicó.
Dijo que no cree que en la venta de estas pruebas estén involucrados maestros de la Universidad Juárez, ni médicos que gozan de prestigio, por lo que dijo que quienes venden estos documentos tienen que ser personas corruptas que viven con una serie de frustraciones
“Sin duda, en la Facultad de Medicina nunca tuvieron el reporte directo y preciso, muchos médicos han comentado que los vendían, que los timaban y no era el examen y algunos especialistas comentaron que se los llegaron a ofrecer pero nunca lo pudimos comprobar”, explicó.
UN CASO
El director del DIF Estatal, Francisco Fournier Drew, indicó que hacer un par de años, cuando realizaría su especialización en la Ciudad de México, algunos de sus compañeros compraron el examen.
Manifestó que en esa ocasión, sus compañeros que adquirieron este documento fueron timados por los compradores ya que no se trataba del examen que se presentaría en aquella ocasión.
Dijo que el modo de operación de los timadores fue encerrar a los médicos por tres días en un hotel en donde recibieron la prueba y de allí cuando acudieron a presentarla se dieron cuenta de que no se trataba de la misma.
En aquella ocasión a sus compañeros que compraron la prueba les había costado alrededor de 17 mil pesos y ésta fue ofrecida en el hospital de la Cruz Roja en la Ciudad de México.
“Primero les pedían un anticipo y luego ellos les avisaban en dónde los iban a citar para recoger el examen, los encerraron en un hotel durante tres días, fueron a presentar el examen nacional y no era el mismo”, narró.
Dijo que en virtud de esta situación se implementaron candados ya que después del examen de especialidad tienen que presentar diversas pruebas; la primera, de especialidad; la siguiente, para que los acepten en un hospital, y después deben cursar tres o cuatro años de especialidad.
Luego, añadió, cada año se tiene que hacer una prueba, presentar tesis y presentar examen en la universidad que lo avala, pasar por los exámenes de certificación, y “en algunas de estas ocasiones quienes compraban el examen no podían y abandonaban la especialización”.