No consiguió abrir la puerta y murió asfixiado.
Un niño de dos años murió supuestamente asfixiado en la ciudad amazónica de Altamira, norte de Brasil, porque permaneció encerrado en un vehículo sin que nadie de su familia lo notara, informaron fuentes oficiales.
El hecho ocurrió casi a la misma hora en que otro menor, de 1 año y 4 meses, murió en la ciudad de Sao Paulo luego de que su padre lo olvidara durante cinco horas dentro de un vehículo cerrado.
La muerte del segundo menor sólo trascendió cuando la policía comenzó a investigar el caso, inicialmente los familiares de la víctima no informaron a las autoridades.
El niño, identificado como Lucas da Cruz Costa, se encerró en el taxi de su abuelo, que estaba estacionado al frente de su casa y en donde aparentemente acostumbraba jugar, pero en esta ocasión no consiguió abrir la puerta y murió presuntamente por asfixia.
Los familiares dijeron que perdieron al menor de vista por un poco más de dos horas, tiempo en el que al parecer estuvo encerrado dentro del vehículo.
El niño alcanzó a ser llevado con vida a un centro médico, pero sufrió un paro cardiorrespiratorio y murió.
El padre fue arrestado en flagrante en el propio hospital y fue liberado tras el pago de una fianza, pero será procesado por homicidio culposo (sin intención).
En su defensa, alegó que, como estaba disfrutando del primer día de vacaciones, quiso pasarlo en compañía de su hijo y no lo llevó a la guardería.