“Pero ustedes decidieron derramar mi sangre. Me arrinconaron y me dieron una sola opción. La decisión fue de ustedes”.
Cho Seung-Hui
Un grupo de familiares de las víctimas de la matanza del 16 de abril decidió cancelar su presentación en la revista informativa matutina de la NBC en protesta por la decisión de la cadena de televisión de mostrar fragmentos de un video, fotografías y textos enviados por Cho Seung-Hui, el asesino del Tec de Virginia. Con esta decisión expresaron un punto de vista muy difundido entre la población estadounidense en el sentido de que la televisora debió haberse abstenido de mostrar esos materiales.
Entiendo la lógica de los familiares y de las personas que cuestionan la sensatez o la ética de la NBC. Algunos de ellos mantienen que la exhibición de esos videos es una forma de ensalzar a Cho o de darle la publicidad que estaba buscando. Y para una familia que acaba de perder a un hijo por un acto criminal, cualquier gesto que parezca favorecer las acciones violentas será repudiado sin titubear.
Mi opinión, sin embargo, es que la NBC tomó la decisión correcta al difundir el material que tenía. No sólo la empresa lo consideró así; también avalaron esa decisión los innumerables medios en todo el mundo que retransmitieron la información y las imágenes tras la exhibición original de la NBC.
El trabajo de los periodistas y de los medios de comunicación es difundir información verdadera sobre los acontecimientos que tienen influencia sobre la sociedad. Los videos, fotografías y textos que se han dado a conocer son verificablemente de Cho y constituyen un verdadero espejo de la angustia y el desequilibrio emocional que llevaron a este joven a perpetrar la matanza. No hay ninguna razón periodística para no haber dado a conocer este material. Por el contrario, haberse abstenido de hacerlo habría constituido, a mi juicio, una seria falta de profesionalismo.
Pero, independientemente de si la difusión de estos materiales cumple con los necesarios requisitos profesionales periodísticos, bien podemos preguntarnos si no constituye un acto de promoción de agresiones similares en el futuro.
¿Están promoviendo los medios de comunicación que otras personas desequilibradas se sientan impulsadas a imitar a Cho? El hecho de que este estudiante sudcoreano haya considerado como héroes a los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold que perpetraron la matanza de la escuela secundaria y preparatoria de Columbine, Colorado, que este 20 de abril cumple su octavo aniversario, ¿significa que la difusión de estos videos, fotografías y textos generará imitadores de Cho dentro de varios años?
La verdad es que no hay forma de saber qué impulsa a una persona a cometer un acto de salvajismo como los que Cho, Harris y Klebold perpetraron. Que Cho estaba consciente de la matanza de Harris y Klebold en Columbine es evidente. Pero millones de personas en Estados Unidos también conocieron lo ocurrido, ya que la cobertura de medios de comunicación fue muy intensa, sin salir de sus casas a empezar a matar a vecinos o compañeros de escuela. De hecho, el cineasta Michael Moore le dedicó a esa matanza su emocional alegato contra la venta de armas Bowling in Columbine, uno de los documentales más vistos de todos los tiempos.
Muchas veces la información que dan a conocer los medios de comunicación genera disgusto u horror, pero no por ello se debe ejercer la censura contra ellos. Las imágenes de los campos de concentración de la Alemania nazi, de las víctimas de los bombardeos estadounidenses con napalm en Vietnam, de los atentados terroristas contra las torres gemelas de Nueva York, de los ataques contra Irak por aviones y misiles estadounidenses o de los atentados fundamentalistas de shiitas o sunnitas hoy en Irak son quizá desgarradoras y pueden tener consecuencias imprevisibles en las mentes enfermas. Pero la culpa de estos actos de violencia no es de la cobertura periodística.
Los ratings de televisión y los registros de Internet nos demuestran con claridad que ha habido un enorme interés por parte de la gente en ver los videos y las fotografías de Cho Seung-Hui. Hay un interés morboso, por supuesto, pero la reacción de la inmensa mayoría es sensata y de rechazo al homicidio de personas inocentes por personas desequilibradas. La gente, por otra parte, tiene derecho a saber y a entender lo que ha ocurrido.
En cualquier sociedad hay locos que piensan que la forma de resolver sus problemas es agrediendo a los demás. Poco importa qué programas de televisión vean o qué videojuegos utilicen. La diferencia es que en Estados Unidos estas personas pueden acudir a una tienda y comprar en unos minutos un arma para hacer realidad su sueño. Si los medios de comunicación hicieran un pacto de no dar a conocer estos actos de violencia, no resolverían en nada la situación. Por el contrario, dejarían a la sociedad en la ignorancia y la indefensión.
FRANCIA
Los franceses acudirán este domingo a la primera ronda de la elección presidencial. El conservador Nicolás Sarkozy se encuentra en primer lugar en las encuestas, pero seguido muy de cerca por la socialista Segolène Royal. Un poco más atrás están el centrista Francois Bayrou y el ultraderechista Jean-Marie Le Pen. Siguen otros ocho que incluyen a un globalifóbico, a varios trotsquistas y a un comunista. Los dos primeros pasarán a una segunda ronda en mayo, mientras que en junio se llevará a cabo una nueva elección, de la cual saldrán una asamblea nacional y un primer ministro.