Daniel Martínez y Carlos Crespo utilizan el guión cinematográfico como un escaparate para meter marcas. (El Universal)
Ven el guión de cine como un campo de oportunidades para insertar productos
MÉXICO, DF.- El incentivo fiscal a la inversión en la producción cinematográfica despertó el interés de dos mexicanos que se dieron a la tarea de gestionar recursos para impulsar el rodaje de películas.
Daniel Martínez, abogado de 30 años y con experiencia en el desarrollo de negocios, fusionó inquietudes con Carlos Crespo, quien ya contaba con experiencia en publicidad y la organización de eventos.
Así surgió Insight, una empresa que apuesta por la evolución de la experiencia que se vive al estar en una butaca.
El objetivo de la firma, que está próxima a cumplir su primer año en operación, es vincular marcas y servicios para que convivan en una historia sin que parezcan comercial.
Es un híbrido entre producción de cine y publicidad, concluye Daniel Martínez, tras casi diez minutos de entrevista en tratar de definir el campo de acción de Insight. “Nos costó un poco de trabajo ponerle nombre o etiqueta a lo que hacemos”, reconoce el publicista Crespo.
Se trata de la “mezcla de producción de cine con publicidad” en una estrategia de negocio que utiliza al Séptimo Arte como una herramienta.
Sin embargo, el paso de productores de cine se dio más como una consecuencia natural de lo que comenzaron a hacer: generar recursos financieros para realizar producciones de buena calidad. Desde un penthouse en la colonia Condesa habilitado para la charla, Daniel explica que el objetivo de la empresa es “crear un escaparate mucho más dinámico y específico para cierto tipo de público dirigido hacia las marcas”.
-Pero ¿cómo lo logran?
-Dependiendo del proyecto que tengamos en las manos, evaluamos los guiones para conocer el potencial comercial de la cinta y determinamos qué productos o servicios pueden estar incluidos en cada producción.
Con el estímulo fiscal al cine, que permite comprometer hasta 10% del ISR de una empresa, Insight ya impulsa el rodaje de producciones mexicanas.
“Así logramos que se beneficie un empresario con una estrategia de comunicación diferente”, apunta Crespo.
Al redireccionar los impuestos en una producción de cine, no se afecta el presupuesto de la compañía y se puede complementar la campaña de promoción corporativa; en consecuencia, “se obtienen beneficios que no estaban considerados”.
Antes, el cine mexicano no contaba con estas estrategias de negocios y la industria se desarrollaba a pasos lentos, caso contrario al de Estados Unidos, donde esta actividad es habitual.
Carlos precisa que el guión se cuida de modo que no parezca un comercial y la marca pueda convivir con la historia y las características de los personajes.
La “experiencia de marca” es el activo que Insight busca posicionar en la audiencia.
“El público que paga por ver una película se convierte en espectador cautivo en la sala del cine, asimila de forma diferente que cuando ve la televisión, por la disposición”, pormenoriza Crespo.
Daniel apunta: “A lo mejor no llegas a diez millones de personas en horario premium, pero sí a un millón 200 mil personas con un target focalizado. Esta forma de hacer cine, asegura Martínez, también impulsa a la industria con la generación de empleos.
Luces, cámara y ...
Con el guión en la mano, los directores de Insight se dan a la tarea de buscar las marcas que mejor se adapten a la historia. Desde compañías de automóviles, bebidas y productos de telefonía, hasta empresas de transporte, ropa y calzado caben en las cintas.
Ahorita tenemos en casa un proyecto de ciencia ficción: Punto K, concluye Martínez.