Alejandra Espinoza. (Notimex)
EFE
MIAMI, FLORIDA.- La mexicana Alejandra Espinoza, ganadora del concurso de Univisión Nuestra Belleza Latina, cree que ser una mujer “transparente y luchadora” le ha ayudado a hacer realidad su mayor sueño.
Hace dos meses la mexicana trabajaba de cajera en una casa de cambio de moneda extranjera pero ahora esta joven morena y de ojos negros es la última representante de la belleza hispana, tras ganar el concurso de Univisión “Nuestra Belleza Latina”.
“Un sueño es el principio de lo que puede ser una realidad y ahora estoy cumpliendo mi mayor sueño”, dijo hoy Espinoza en una entrevista telefónica con Efe.
La joven, de 20 años, nacida en la ciudad mexicana de Tijuana pero residente en San Ysidro (California), cree que su transparencia y la seguridad en sí misma fue lo que le convirtió en la ganadora del concurso con el 31,9 por ciento de los votos del público.
“Me mostré como una persona transparente, nunca fingí ser quien no era y la gente se da cuenta”, aseguró acerca de su participación en el reality show.
Para Espinoza, la mujer latina lucha por alcanzar su sueño, sin importarle lo lejos que esté, y ella misma se considera una persona que se pone metas y hace lo imposible por alcanzarlas.
“Desde pequeña mis padres me dijeron que si no me sentía segura de mí misma nadie iba a creer en mí, siempre he tratado de proyectar lo mejor de mí, y aunque no sea la más bonita, sentirme la más bonita”, declaró.
Espinoza agradeció el apoyo del público, de su novio y de su familia por la educación que le han dado, y explicó que fue precisamente una tía quien le llamó por teléfono para animarle a participar en el concurso, convencida de que ganaría.
“No iba a ir porque la audición era un día entre semana en Los Ángeles y vivo a dos horas y media, pero me metí en Internet y vi que no perdía nada por intentarlo”, recuerda.
La joven, que entonces también estudiaba enfermería, siempre quiso dedicarse a la pasarela y en su tiempo libre competía en concursos de belleza como el de Nuestra Belleza de México, en el que quedó cuarta el año pasado.
Su elección como Nuestra Belleza Latina por el público no ha sorprendido en un país donde el mayor grupo de inmigrantes hispanos son mexicanos, pero Espinoza mostró su desacuerdo.
“Soy mexicana y sé lo justos que somos, no simplemente porque sea mexicana van a votar por mí, sabemos reconocer lo que hay bueno, me votaron porque creen que puedo ser la representante de la belleza latina”, aseguró.
Espinoza considera que tras este concurso se ha convertido en una mujer más completa porque ha aprendido a superar y reconocer sus debilidades, entre las que señaló hablar en público.
“Es algo que tengo que trabajar porque esta profesión se debe al público”, comentó y recordó sus dificultades cuando tuvo que contestar a una de las preguntas del jurado acerca de la construcción de un muro entre EU y México.
“La pregunta en sí no era difícil, he vivido mis 20 años sufriendo y viendo eso, era un asunto de mi vida diaria pero los nervios me traicionaron”, declaró.
Su profesora de español y dicción en el concurso, Laura Moro, comentó que Espinoza tiene una “bella voz”, aunque necesita ampliar vocabulario, hablar más despacio y tener una pronunciación articulada.
Por su parte, la asesora de etiqueta, Claudia Caporal, destacó la belleza natural de Espinoza y se sorprendió por la “humildad, la sencillez y el interés” que, al igual que el resto de sus compañeras, demostró por aprender buenos modales.
Espinoza, que forma parte de una familia de diez hermanos cuyos padres emigraron hace seis años de México, señaló entre otros aspectos que ha mejorado tras su paso por Nuestra Belleza Latina el baile y la pasarela.
En el concurso la mexicana competía con otras once jóvenes hispanas que convivieron a lo largo de dos meses en una mansión de Miami, donde se enfrentaban a retos semanales para demostrar sus habilidades al caminar por pasarela, cantar, bailar y actuar.
Además de ser coronada como Nuestra Belleza Latina, Espinoza ha obtenido un contrato para trabajar en Univisión y más de 200,000 dólares en premios y en efectivo.