La maternidad es un tema que ha empezado a ser relegado por las mujeres mexicanas, quienes prefieren atender cada vez más su desarrollo profesional, aseguró la escritora mexicana Beatriz Espejo, especialista en temas de la mujer.
Espejo explicó en entrevista que así como en Europa las mujeres prefieren poner un mayor empeño en su profesión y no en la maternidad, en México la misma tendencia se está extendiendo y las mexicanas "prefieren ahora hacer sus carreras y sólo después, si no se les ha pasado el tiempo, tener uno ó dos hijos".
Además, sostuvo, las mujeres mexicanas posponen por más tiempo la maternidad, al punto que "ya no son madres a temprana edad".
Espejo recientemente compiló la antología de cuentos "Atrapadas en la Madre" (Alfaguara 2007) junto con la escritora mexicana Ethel Krauze, un libro que reúne obras de escritoras mexicanas como Rosario Castellanos, Elena Garro, Mónica Lavín, Helena Paz y Margarita Peña, entre otras.
El punto en común de los relatos es que todos muestran las distintas caras de la maternidad mexicana, desde la mujer abrumada por cuidar a muchos hijos, la adolescente que antes de llegar a los quince años ya tiene un hijo entre brazos, hasta la que se aterra por los cambios que experimenta su cuerpo.
Ninguno de los cuentos representa a la madre como una "virgen santa", sino que retratan a la mujer de carne y hueso, algunas veces vencida por la edad, cargada de culpas o sobrecogida por sus pasiones, explicó.
La también compiladora de "Atrapadas en la cama" (Alfaguara, 2002) añadió, no obstante, que cuando una madre mexicana tiene a sus hijos usualmente no puede ya relegar sus responsabilidades, y por el contrario los niños se convierten en su única prioridad.
Cuando una mexicana decide tener un hijo desarrolla "un nexo muy fuerte con él", lo que a su juicio es una herencia de la cultura prehispánica, porque las indígenas eran sumamente cuidadosas y cariñosas con sus críos, como lo muestran algunos textos aztecas.
En este sentido, recordó el caso de una mujer que fue capaz de vender uno de sus riñones para pagar el rescate de su hijo secuestrado en México.
