México, DF.- La economía mexicana está mejor preparada que en el pasado para enfrentar la actual desaceleración de Estados Unidos, porque la parte fiscal y las cuentas externas permanecen sólidas, afirmó el Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA).
La directora del IDEA, Laura Iturbide Galindo, pronosticó que la economía mexicana mantendrá un ritmo de crecimiento de 3.0 por ciento en este año y en 2008, mientras que la inflación bajará ligeramente de 3.8 a 3.3 por ciento, de manera respectiva.
Entrevistada en el marco del desayuno trimestral del IDEA, precisó que persisten las presiones inflacionarias a nivel internacional, sobre todo de los alimentos, a lo que hay que agregar el impacto en los precios de los nuevos impuestos que entrarán en vigor en México el año próximo.
No obstante, destacó que México está mejor preparado para enfrentar el actual ciclo de desaceleración de la economía internacional, principalmente la de Estados Unidos, y por ello se descartan presiones por la parte fiscal y las cuentas externas.
"En la parte fiscal y en la parte externa estamos sólidos y eso nos da un aire enorme, pensando que estos desequilibrios fiscales y externos fueron motivo de crisis anteriores", afirmó la directora de este Instituto dependiente de la Universidad Anáhuac.
Pese a ello, advirtió que si Estados Unidos entra en un proceso de recesión fuerte, a lo cual IDEA le da un 30 por ciento de probabilidad, la economía mexicana tendría procesos de desaceleración más pronunciados, como los que registró en 2001.
"Las malas noticias es que esta coyuntura internacional no ayuda a México en su proceso de avance en mayores y más sólidas reformas estructurales por el tema de que los recursos y los esfuerzos se tiene que ocupar en lo inmediato, en lo urgente", añadió.
Iturbide Galindo apuntó que en el entorno mundial actual de menor crecimiento económico, lo más preocupante para México es que persisten las presiones inflacionarias ante los constantes choques de oferta, principalmente en los precios de los alimentos.
Hay que agregar el impacto que tendrán en la inflación los nuevos impuestos que entrarán en vigor en 2008, como el alza en la gasolina y el Impuesto Empresarial a Tasa énica (IETU).