Nacional Claudia Sheinbaum Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

México-Venezuela: llegó la hora de la diplomacia

México-Venezuela: llegó la hora de la diplomacia

México-Venezuela: llegó la hora de la diplomacia

EL UNIVERSAL

Roy Chaderton, embajador de Venezuela, a los 65 años, tiene por delante un nuevo desafío: restablecer las relaciones de su país con México.

De Roy Chaderton podría decirse que es un sobreviviente. Uno de los pocos diplomáticos venezolanos que logró atravesar indemne el convulsionado paso de la IV a la V República en Venezuela, si no fuera por que de eso se trata su oficio. No en vano en la mayoría de las cancillerías de América Latina se le reconoce como un diplomático brillante. De hecho, no es fácil defender la política de Hugo Chávez con los mismos recursos intelectuales y técnicos con los que antes defendió los del Gobierno de Carlos Andrés Pérez o el de Luis Herra Campins o el de Jaime Luscinchi. A quienes se le preguntan el gusta responderles: “Lo que se defiende siempre son los intereses de Venezuela”.

A los 65 años, este abogado graduado en la Universidad Central de Venezuela tiene por delante un nuevo desafío. Restablecer las relaciones de su país con México, después del “stand by” perpetrado por los gritos que se propinaron su jefe, Hugo Chávez y el ex presidente Vicente Fox.

Una tarea difícil, pero no imposible para este diplomático con casi 40 años (los cumple el próximo año) en el servicio exterior de su país. Su veteranía en la Cancillería lo deja ver como un rara avis de la diplomacia venezolana. Muchos de sus compañeros de promoción debieron retirarse del servicio ya sea por no estar de acuerdo con el rumbo del chavismo o por presiones del mismo presidente. No obstante, esos mismos ex diplomáticos no dudan en calificarlo de “brillante”, aún cuando le cuestionan su exceso profesional a la hora de haber recorrido varios cargos desde que Chávez se hizo con el poder en Venezuela, en 1998.

El presidente lo mantuvo hasta el año 2000 como embajador ante el Reino Unido. En 2001, cuando las relaciones con Colombia pasaban por su peor etapa, fue Chaderton el elegido para calmar las aguas. En agosto de 2002, cuatro meses después del frustrado golpe militar, Chávez volvió a contar con su experiencia y sus dotes de negociador para discutir con la OEA los términos del referéndum revocatorio, pero esta vez como canciller. No era la primera vez que ocupaba la jefatura de la diplomacia de su país. Había sido ya el canciller entre 1973 y 1975 (primera presidencia de Pérez) y entre 1978 y 1979 (durante la gestión de Herrera Campins), cargo que retuvo con su sucesor, Jaime Luscinchi, hasta 1982, cuando pasó a desempeñarse al frente de la delegación venezolana en las Naciones Unidas.

Durante el segundo Gobierno de Rafael Caldera (1994-1998) fungió como vicecanciller y entre sus destinos diplomáticos figuran Canadá, Gabón, Colombia, Bélgica y Polonia.

Pasado el referéndum, Chávez lo “premió” con la Embajada en París, donde permaneció hasta diciembre del año 2006, cuando el presidente lo volvió a ubicar en la Organización de las Naciones Unidas, pero esta vez como asesor del embajador, Francisco Arias Cárdenas, el hombre que luego de conspirar junto a Chávez en el 92, lo desafió en las presidenciales del año 1999.

Y así, cada vez que Chávez lo necesita, ya sea en un destino diplomático o para “apagar un incendio” en alguna cumbre o en los medios, ahí está Chaderton como un soldado. Desde que el presidente anunció su designación en México, sólo atinó a decir que “seré protagonista y actor de la reconciliación entre dos países hermanos” y narró cómo Chávez lo llamó desde Buenos Aires para ofrecerle la Embajada. “‘Roy, tienes que ir a México como embajador’, me dijo y yo acepté”. Nada más, sólo agregó que “recién hablaré con ustedes cuando el Gobierno de México dé el beneplácito, antes no, compréndame”, pidió este negociador por antonomasia.

Todos coinciden en que no había un hombre mejor y de más nivel en la Caracas que Chávez pudiera designar como embajador en México, si lo que se busca es recomponer una relación dañada por posturas ideológicas y por algunas jugarretas políticas del propio Chávez. Al parecer, con Chaderton en México a la relación venezolano-mexicana le llegó la hora de la diplomacia en lugar de los devaneos políticos.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

México-Venezuela: llegó la hora de la diplomacia

Clasificados

ID: 292523

elsiglo.mx