En su casa del ejdio Ana, Martín Bocanegra de 29 años es visitado por última vez por familiares y amigos. El joven agente de la policía preventiva de Gómez Palacio, falleció en un atentado con artefacto explosivo cuando salía de su trabajo.
TORREÓN, COAH.- Martín Bocanegra Paredes gustaba de ayudar a la gente. “Decía que ese era su trabajo, cuidar a las personas; cuando dejó el Ejército, buscó trabajo en la Policía”, dice María del Refugio Paredes, de 53 años, madre del agente de la Policía Preventiva de Gómez Palacio, caído en un atentado contra su corporación.
Muy triste por la muerte del tercero de sus 5 hijos, a María del Refugio se le quiebra la voz y dice que no tiene palabras para hablar más sobre su duelo. En su casa del ejido Ana, se lleva a cabo el velorio.
Dentro de un pasillo, junto a una finca de bloques con dos cuartos sin enjarrar, en un piso de tierra, se encuentra el ataúd de Martín. Cuatro velas lo rodean y una cruz dorada está al frente.
Con su muerte, Martín dejó en la orfandad a 4 hijos, el mayor de 11 años y la menor de 2 años. “Mi hijo ya iba saliendo de trabajar, ya venía para la casa, cuando nos avisaron y nos fuimos luego luego”, dice la afligida madre.
El típico reclamo de justicia no se escuchó en la voz de María del Refugio y alzando sus hombros daba a entender que el atentado donde perdió la vida su hijo, era un gaje del oficio.
Afuera de la casa de la familia están dos patrullas de Seguridad Pública de Torreón, resguardando el lugar, así como dos civiles armados, al parecer compañeros de trabajo de Martín.
Con dos años de antigüedad en la corporación, Martín se desempeñaba como patrullero y en ocasiones auxiliaba en algún punto fijo. Al momento de su muerte, cuando se retiraba del centro laboral, Martín y sus compañeros estaban desarmados. El ataque fue vil y no le dieron oportunidad de repeler la agresión.
En vida Martín tenía un claro gusto por servir a la gente y también era instruido en el manejo de armas, actividad que aprendió en los 5 años previos a su ingreso como policía, donde obtuvo experiencia en el Ejército Mexicano.
Ya por la tarde y en medio de un impresionante dispositivo de seguridad que incluyó el cierre de la circulación sobre el bulevar Rebollo Acosta frente a la Secretaría de Protección, se realizó el homenaje póstumo a Martín.
Los patios de la SPyV fueron la sede del homenaje al que asistieron autoridades municipales y estatales, así como de representantes de los cuerpos policiacos de Torreón y Lerdo, quienes realizaron guardias de honor ante el féretro, quien será inhumado el día de hoy en el panteón del ejido Ana. (Con información de Guillermo Vacio)
‘Llegó prácticamente muerto’
“Prácticamente el policía llegó... muerto, se le hicieron las maniobras de rutina pero no fue posible salvarlo, eran heridas muy graves, la granada hace un boquete en el concreto, imagínate lo que hizo en su cuerpo”, dijo Santiago Ávalos, subdirector del Sanatorio San José, de Gómez Palacio, donde el internamiento de los policías heridos provocó una gran movilización de elementos de las diferentes corporaciones policiacas que resguardaban el nosocomio.
Los policías Alberto de la Riva Teniente y Julio Agüero Hernández, viven para contarlo. Según el subdirector fueron dados de alta del hospital cerca de las 10:30 de la noche del viernes. Arturo Campos Ramírez, agente del DEI comisionado en el resguardo del edificio de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado, también logró salir del ISSSTE, en Lerdo.
No obstante ayer dos custodios de Seguridad Pública enfundados con chalecos antibalas y rifles protegían cada uno de los accesos del Sanatorio San José pues aún se encontraba internado el elemento Marco Augusto Costabella Villanueva. Sus familiares prefirieron permanecer en silencio. (POR DIANA GONZÁLEZ)
