Las fuerzas básicas del Santos Laguna, bajo el mando de Andrés Prieto, el técnico chileno, tuvieron un repunte profesional y de mucha proyección. Un día, el andino dejó el timón y entró a tomar la estafeta Mauricio Peña Almada, procedente de Pumas.
Apenas arribó aquí, muchas veces platicamos con Mauricio, a quien habíamos conocido como jugador de Pumas. De trato afable tuvimos la oportunidad de ir conociendo un programa lleno de ambiciones que se fue cumpliendo al pie de la letra.
Como si fuera ayer, Mauricio nos hablaba de los jóvenes que prometían. Así conocimos a José Antonio Olvera, a Agustín Herrera, a Juan Rosales, a Arturo Chávez, a Rafael Figueroa, a Francisco González, a Elgabry Rangel, y muchos más.
Entre los últimos que aparecieron, destacando por sus facultades, estuvieron Edgar Castillo y Sonny Guadarrama. Por llegar temprano a Santa Rita, porque eran tiempos de puertas abiertas en el lugar, pudimos estar cerca en el crecimiento de todos ellos y otros más.
La gran mayoría tiene ya un nombre en el futbol mexicano, pero de pronto, con la llegada de Daniel Guzmán hubo cambios en quienes dirigían las fuerzas básicas y se acabaron las facilidades que teníamos para estar cerca de ese trabajo.
Hoy son otros tiempos, con gente nueva que bajo el mando de Daniel quiere hacer bien las cosas en la siembra santista. No sabemos si tengan éxito, pero no será fácil superar todo lo que hicieron Andrés Prieto y Mauricio Peña en la plataforma albiverde.