Los días dos, tres, cuatro y cinco de mayo tuvimos nuestra Conferencia del Distrito el 4110, en Ciudad Juárez, Chihuahua; los compañeros de los 11 clubes rotarios -el grupo más numeroso de clubes que tenemos por ciudad- se habían estado preparando desde hace casi un año para que el evento tuviera el mayor éxito posible y fuera de alto provecho para los rotarios de los cinco estados: Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y Aguascalientes que conforman este distrito.
Nuestro gobernador compañero Nazario Martínez Luján y su Sra. esposa Ana Louisa, nos recibieron desde el primer día de la inscripción con toda la amabilidad y cordialidad que ha caracterizado a los juarenses desde siempre, por algo hay una cantidad muy importante de laguneros que actualmente viven en estas tierras.
El primer día tuvimos el “rompehielos” con una convivencia muy estimulante en la terraza del centro de convenciones “Cibeles”, que lució con adornos de fiesta mexicana, dignos de la celebración para recibir y reafirmar los lazos de amistad entre los diferentes clubes; el buffet fue de platillos mexicanos muy sabrosos y la reunión estuvo amenizada por un mariachi magnífico que puso a cantar y a bailar a todos los presentes.
Al día siguiente tuvimos la celebración de la Santa Misa por el Sr. Obispo de esta ciudad, la solemnidad y gran actuación del coro de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez la hicieron un momento inolvidable; así de esta forma iniciamos con una bendición nuestros trabajos.
Pasamos a la ceremonia inaugural en el Centro Cultural Universitario Paso del Norte, instalación magnífica y orgullo citadino por su construcción modernista, murales muy reconocidos de artistas locales y gran acústica.
En esta conferencia nos acompañó representando al presidente de Rotary International William Boyd, el Sr. Darío Bottero, rotario de Córdoba, Argentina y su señora. Esposa, pareja de jóvenes con el rotarismo muy claro y con ese gran compromiso que se puede adivinar con sus palabras que nos dirigió en esta ceremonia: el comparar a la sociedad actual con el cuerpo humano y estableció que por desgracia estamos ante una sociedad gravemente enferma, así como también el cuerpo se enferma y existe necesidad de atenderlo, lo mismo tenemos que hacerlo con nuestra sociedad actual.
Él establece que la tierra da el alimento para todos los humanos, incluso para los perros -parodiando a un escritor latinoamericano- pero éste no se le puede llevar a la boca de las personas y los gobernantes, políticos, pastores y líderes religiosos por sus intereses personales se los escatiman en defecto del desarrollo de una sociedad sana y justa.
Dentro de los principales males tenemos la soberbia y el delirio del poder a costa de los sacrificios de la humanidad, manifestado sobre todo en las guerras más irracionales que se han visto en los últimos años, en donde los niños son reclutados para pelear desde la infancia, heridos por multitudes, muertos por miles y si no al menos desplazados y abandonados huérfanos en gran cantidad.
La sobreexplotación y mal uso del agua, así como también el fenómeno del calentamiento global, producto de mal uso de nuestro entorno por la creciente contaminación de la atmósfera, los mares y ríos de manera inmisericorde, con la consiguiente desertificación progresiva del planeta más carencia de alimentos más hambruna y más enfermedades; sólo por nombrar algunos de los principales problemas.
El remedio está en la misma humanidad, en descubrir en nosotros mismos las dotes que nos aportó el Creador para vivir nuestro valores, despertar a una nueva era de hombres más comprometidos en el trabajo por los demás, preparar líderes con visión universal y con los principios del rotarismo, abonar la tierra con nuevas actitudes para hacer factible esa sociedad futura que será el único camino para sobrevivir a una catástrofe que será inminente de no actuar ¡ya!
“SEÑALEMOS EL RUMBO”.
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