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Minuto Rotario / RECUPERAR NUESTRO MEDIO AMBIENTE

Dr. Ignacio Méndez Lastra

(Quinta parte)

LA CONTAMINACIÓN POR PLOMO EN TORREÓN

El problema de la contaminación en Torreón, se debe a la presencia en sus suelos y aguas de tres metales pesados que son el plomo, el cadmio y el arsénico. En la aportación de la semana pasada ya vimos el origen, desarrollo y vías de emergencia del arsénico a los principales poblados de la Región Lagunera de Coahuila y Durango, con una influencia muy importante debido a la constitución geológica de nuestra tierra.

No sucede lo mismo con el plomo y el cadmio que han estado contaminando nuestra ciudad a partir de la cuarta fundidora más importante del mundo, propiedad de la compañía Peñoles y situada en la ciudad de Torreón.

Durante décadas el plomo se ha utilizado en pinturas, gasolinas, soldaduras, plomería, enseres domésticos y muchas aplicaciones más. Por ello, el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de los E.U.A. (CDC) de Atlanta, Georgia, declara que: “el plomo se encuentra en todas partes en el ambiente humano como resultado de la industrialización. El plomo no tiene ningún valor fisiológico. Los niños son especialmente susceptibles a los efectos tóxicos del plomo. En casi todos los casos, el envenenamiento por plomo es silencioso dado que la mayoría de los niños que lo ingieren no muestran síntomas, por lo tanto pasan desapercibidos y no son objeto de un tratamiento. El envenenamiento por plomo está generalizado. No es un problema sólo de los niños de escasos recursos de los centros citadinos, ni de las minorías. De sus efectos no se libra ningún grupo socioeconómico, ninguna área geográfica, ni ninguna población étnica o racial”.

El plomo es un metal pesado, azuloso, maleable, que existe en la corteza terrestre de donde es extraído y procesado para diversos usos industriales. Si el plomo es ingerido, inhalado o absorbido por la piel es altamente tóxico para los seres vivos en general y para los humanos en particular. La exposición al plomo aún en niveles bajos afecta a niños y adultos, interfiere con el desarrollo del sistema neurológico, causa crecimiento retardado y puede afectar los riñones y la piel, problemas respiratorios, endocrinos y gastrointestinales.

El plomo no es biodegradable y persiste en el suelo, en el aire, en el agua y en los hogares.

Nunca desaparece sino que se acumula en los sitios en los que se deposita y puede llegar a envenenar a generaciones de niños y adultos a menos que sea retirado.

El cadmio que es el otro contaminante de nuestro suelo, no existe en ninguna forma en nuestro organismo y por lo tanto es dañino en dosis muy pequeñas. La ingesta de cadmio produce osteoporosis, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, cáncer de próstata, hipertensión, diversas cardiopatías y retraso en la habilidad verbal de los niños.

El problema grave con estos dos contaminantes es especial para los niños y los fetos que son los grupos más vulnerables por las siguientes razones:

El feto al estar en el desarrollo de su sistema neurológico y en el recién nacido tienen una alta susceptibilidad a los efectos neurotóxicos de estos metaloides.

Los juegos de los niños pequeños son normalmente en el suelo y con polvo llevando sus manos y otros objetos a la boca ingiriendo esas pequeñas cantidades.

Muchos niños tienen la costumbre de lamer o morder sus juguetes o ingerir las escamas de la pintura o el metal que son en muchas ocasiones de plomo.

El aparato gastrointestinal de los niños absorbe con más facilidad el plomo que ingiere, sobre todo en sus primeros seis años de vida cuando está llevándose a cabo el delicado desarrollo del sistema nervioso central y del cerebro. Por último existen muchos niños con deficiencias de hierro y calcio que facilitan la absorción de otros minerales y exacerban los efectos tóxicos de estos contaminantes.

En México, algunos investigadores han atendido tanto el problema general por envenenamiento por plomo, así como el caso de Torreón en forma particular.

La Dra. Lilia A. Albert del Instituto Panamericano de la Salud, realizó los primeros estudios de contaminación por plomo en Torreón en el año de 1978, ella señaló los grupos de mexicanos en riesgo:

1.- La población que usa utensilios de cocina de barro vidriado.

2.- La población que vive en ciudades donde la contaminación atmosférica es intensa, especialmente la provocada por el uso de combustibles con aditivos basado en plomo.

3.- Los trabajadores de diversas industrias como las fábricas de baterías y pigmentos.

4.- Los consumidores de alimentos enlatados, especialmente chiles y productos derivados de las frutas.

5.- La población que vive en las cercanías de las fundidoras y otras industrias que procesan el plomo.

“COMPARTAMOS ROTARY”.

nacho1948@hotmail.com

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