Esta gata es letal. Con ella va la muerte.
Sube por las ramas del árbol hasta la azotea y ahí acecha a los pájaros que llegan a buscar insectos entre las grietas de los adobes viejos. Salta de pronto la leonina gata: se escucha ruido de frenético aleteo, y luego se oye el silencio nada más.
Yo me entristezco por la muerte del ave, pero la naturaleza no. Para ella no hay muerte: la vida es como un círculo que en ninguna parte se abre y en ninguna se cierra.
Ahora la gata va al granero. Ahí la aguardan sus gatitos. Se tiende junto a ellos, y los mininos chupan vorazmente de sus henchidas ubres.
Esta gata es letal. Con ella va la muerte.
Esta gata es maternal. Con ella va la vida.
¡Hasta mañana!...