El padre Soárez charlaba con el Cristo de su iglesia.
-Señor -le preguntó- ¿cuál es el mayor peligro para el hombre?
Le preguntó a su vez Jesús:
-¿Cuál crees tú que es?
Respondió el padre Soárez:
-El pecado, desde luego.
-Peligro grande es ése -concedió el Cristo-, pero no es el mayor. El más grande peligro es la tristeza. Del pecado te pueden salvar la contrición y el propósito de enmienda, pero de la tristeza nada te podrá salvar. Tu religión debe ser de alegría. La tristeza déjasela a ese pobre diablo que es el diablo.
El padre Soárez oyó lo que su Cristo le decía, y se alegró.
¡Hasta mañana!...