Llegó un hombre ante el Señor y dijo:
-Fui panadero. Pasé toda mi vida haciendo pan para los hombres.
Le dijo Dios:
-Por eso entra en mi casa.
Llegó otro hombre y dijo:
-Yo fui poeta. Pasé la vida creando belleza para el hombre.
Le dijo Dios:
-Por eso entra en mi casa.
Llegó otro hombre y dijo:
-Yo fui anacoreta. Me aparté de los hombres, y dediqué mi vida a la penitencia y la mortificación.
Le dijo Dios:
-A pesar de eso entra en mi casa.
¡Hasta mañana!...