John Dee trabajaba en su laboratorio.
-¿Qué buscas? -le preguntaban todos.
Respondía:
-Busco la piedra filosofal que me hará rico.
Por fin encontró John Dee el mágico elemento que convertía en oro todo lo que tocaba. Se volvió inmensamente rico. Tuvo palacios; tierras cuya extensión iba más allá del horizonte; barcos que navegaban por los siete mares; criados y servidores incontables...
Con la riqueza le llegaron a John Dee las inquietudes. Ya no dormía, preocupado como estaba por sus bienes, que a poco se le volvieron males.
Tornó John Dee a su laboratorio.
-¿Qué buscas? -le preguntaban todos.
Respondía:
-Busco la piedra filosofal que me hará pobre.
¡Hasta mañana!...