HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Un día el Señor amaneció sintiéndose poeta. No debe extrañar eso: ser poeta es lo que más cerca queda de ser Dios.
Se puso a hacer metáforas el Hacedor, y fue así que hizo las flores, el mar, las estrellas, el crepúsculo y los niños. Todas esas bellezas hablan en sentido figurado de lo que en sentido recto se denomina Dios.
Después hizo el Señor las golondrinas.
Y Adán, que ignoraba lo que es la poesía porque el Creador no había hecho aún a la mujer, le preguntó:
-Señor: ¿para qué hiciste a las golondrinas?
Y respondió el Creador:
-Para que alguna vez pueda existir Gustavo Adolfo Bécquer.
¡Hasta mañana!...