Esta gallina, como la de Cri Cri, salió a pasear con sus diez pollitos por el corral.
Si alguna vez el orgullo tomó forma de gallina es ésta. Ni la reina Victoria en toda su majestad se vio tan majestuosa nunca como esta gallina se ve ahora.
He aquí que un halcón ha aparecido, y suspende su ominoso vuelo sobre la bandada. La gallina abre sus alas, y bajo ellas encuentran los polluelos escudo protector. Luego hace la gallina algo que me asombra y me conmueve: levanta la cabeza y le lanza al ave de presa un grito amenazante.
Cuando alguien es cobarde o temeroso se le llama “gallina”. Ha de ser otra gallina la que inspiró ese nombre. La gallina de mi corral no es tan gallina.
¡Hasta mañana!...