Un antiguo romance castellano habla de una mujer mal maridada cuyo secreto amante murió en una batalla.
Cuando le llegó la noticia la mujer no demostró su sentimiento. Fingió la indiferencia de quien oye decir que ha muerto algún desconocido. Narra el poema:
"... Y enlutado el corazón se fue vestida de verde...".
Pocos versos tan bellos y tan hondos hay en el romancero. Describen el dolor del alma, que no es para mostrarse, sino para sentirse. Cuando leo esa frase pasa por mi imaginación, como un fantasma, la figura de aquella mujer verde por fuera y con negror por dentro.
¡Hasta mañana!...