En su jardín de Ábrego doña Sara tiene una maceta, y en ella una plantita que da pequeñas flores. Don Abundio le pregunta el nombre de esa mata. Contesta ella:
-Se llama "amistad".
-¿Por qué se llama así? -vuelve a preguntar el visitante. Responde doña Sara:
-Porque sus flores cambian de color de la mañana a la tarde, y se marchitan en la noche.
El viejo no sonríe. Se queda pensativo. Ella lo nota y dice:
-Pero no haga usted caso, don Abundio. Ya sabe usted cómo es la gente.
Don Abundio calla. No le dice que precisamente por eso se ha entristecido. Porque ya sabe cómo es la gente.
¡Hasta mañana!...